Katalin Karikó y Drew Weissman han contribuido a transformar la comprensión de cómo el ARNm interactúa con el sistema inmunológico
Este lunes, el Instituto Karolinska de Suecia anunció que los investigadores Katalin Karikó y Drew Weissman han sido galardonados con el Premio Nobel de Medicina o Fisiología 2023 por sus destacados descubrimientos relacionados con las modificaciones de bases de nucleósidos que permitieron el desarrollo de vacunas de ARNm eficaces contra la COVID-19.
Los avances de Karikó y Weissman han sido cruciales para el desarrollo de vacunas de ARNm durante la pandemia que comenzó a principios de 2020. Su investigación innovadora ha transformado fundamentalmente la comprensión de cómo el ARNm interactúa con el sistema inmunológico, contribuyendo a una tasa sin precedentes de desarrollo de vacunas en medio de una de las mayores amenazas a la salud humana en tiempos modernos, reseña Europa Press.
El comité del Premio Nobel destacó la importancia de los descubrimientos sobre las modificaciones de bases en el ARNm, subrayando que han sido fundamentales para el desarrollo transformador durante la crisis de salud global. El reconocimiento se extiende a la capacidad de las vacunas de ARNm para estimular respuestas inmunitarias eficaces contra el virus SARS-CoV-2.
Antes de la pandemia, la vacunación se basaba en diversas tecnologías, desde virus muertos o debilitados hasta componentes virales individuales. Sin embargo, estos métodos a menudo requerían cultivos celulares a gran escala, limitando la velocidad de producción en respuesta a brotes y pandemias.
Los avances de Karikó y Weissman se centran en el ARNm, que, a diferencia de los métodos convencionales, permitió el desarrollo de vacunas sin la necesidad de cultivos celulares a gran escala. Su investigación, iniciada en la década de 1990, superó obstáculos críticos relacionados con la estabilidad y administración del ARNm, allanando el camino para su aplicación terapéutica y vacunal.
Los avances de Karikó y Weissman se centran en el ARNm, que, a diferencia de los métodos convencionales, permitió el desarrollo de vacunas sin la necesidad de cultivos celulares a gran escala
El comité del Nobel destacó el compromiso y la dedicación de Karikó, quien persistió en su visión de utilizar el ARNm con fines terapéuticos a pesar de los desafíos para obtener financiamiento. La colaboración fructífera con el inmunólogo Drew Weissman condujo a descubrimientos fundamentales sobre cómo las modificaciones de bases en el ARNm pueden prevenir reacciones inflamatorias no deseadas.
El interés en la tecnología de ARNm creció a lo largo de los años, y en 2010 varias empresas ya estaban explorando su potencial. La pandemia de COVID-19 aceleró el desarrollo de vacunas de ARNm, con resultados impresionantes: dos vacunas con bases modificadas obtuvieron aprobación en diciembre de 2020 con efectos protectores del 95%.
Los premios Nobel de Medicina de este año no solo reconocen los logros pasados sino que señalan el potencial continuo de la tecnología de ARNm en la lucha contra otras enfermedades infecciosas y su posible uso en la administración de proteínas terapéuticas y el tratamiento de ciertos tipos de cáncer en el futuro.