La decisión del Consejo de Seguridad de aprobar la resolución para el envío de tropas liderada por Kenia hacia el vecino territorio introduce un nuevo escenario que podría cambiar la suerte haitiana.
Ningún otro país fue tan enfático y coherente en demandar una fuerza militar tendente a apaciguar y retomar la institucionalidad de Haití como ha sido la República Dominicana. En diversos eventos nacionales e internacionales ha sobresalido la posición de la diplomacia del país para que la comunidad internacional busque una salida a la dramática realidad haitiana.
Si hay un líder latinoamericano puntero en el clamor de que la comunidad internacional acuda en auxilio de Haití para enfrentar el caos y la barbarie que imponen las bandas criminales, ese es el presidente dominicano Luis Abinader.
La decisión del Consejo de Seguridad de aprobar la resolución para el envío de tropas liderada por Kenia hacia el vecino territorio introduce un nuevo escenario que podría cambiar la suerte haitiana.
Se estima que los primeros efectivos de la fuerza militar coordinada por el gobierno de Kenia podrían estar patrullando las calles haitianas en dos meses.
Así, el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, dijo que: “Tenemos información de que Kenia está dispuesto a enviar los primeros efectivos para los primeros días de noviembre, el presidente de Kenia tiene la facultad de enviar efectivos al exterior sin necesidad de aprobación del parlamento (de Kenia) por 60 días, pero ellos tienen una gran mayoría en el parlamento de Kenia. Así que van a estar llegando los efectivos inmediatamente”.
Sin embargo, ante ese cuadro, la República Dominicana mantendrá las medidas preventivas y los operativos de vigilancia en el litoral fronterizo, según explicó el presidente Abinader.
Asimismo, comunicó que la logística y el desplazamiento de unidades militares de la Armada dominicana en la frontera representa un aumento del gasto asumido en seguridad por el país.
Sobre ese particular, el jefe de Estado narró: “15 % es lo que nosotros estimamos que van a hacer los gastos mayores este año, porque hemos estado incurriendo en mayores gastos por una mayor seguridad, independientemente de lo que ha pasado con el río Masacre”.
Abinader adelantó que la verja perimetral que levanta el Gobierno en la frontera será inaugurada del lado de Elías Piña en dos semanas.
La otra estrategia de Seguridad
La estrategia de seguridad del Estado dominicano en los espacios fronterizos se centra en seguir firmemente con los esquemas de seguridad que se vienen ejecutando, así como estudiar, analizar y aplicar nuevos dispositivos ante la inminente llegada de tropas kenianas en territorio haitiano.
Con ello, se busca evitar que miembros de las bandas terroristas haitianas intenten cruzar la línea roja de la frontera hacia República Dominicana.
El presidente Luis Abinader advirtió que si lo hacen les irá “muy mal “porque el cordón de seguridad dominicano reacciona inmediatamente.
Ante este panorama, ¿tendrá la osadía Barbecue y sus bandidos de penetrar hacia la República Dominicana? La otra alternativa que les queda es entregarse a la coalición de tropas de Kenia.
En efecto, los integrantes de esas bandas criminales estarían atrapados en un “callejón sin salida” al arribar los militares africanos a Haití. Entregarse sí o sí, es la única opción real que tendrían en lo adelante.
Pese al alto costo económico que supone mantener el ejército dominicano apostado en la zona fronteriza, el gobierno de Abinader no tiene más alternativa que defender a cualquier precio nuestra soberanía nacional, lo que es apoyado masivamente por el pueblo dominicano.
En estos momentos, hasta el liderato político local se adhiere a la postura gubernamental de mantener sellada las ventanas fronterizas, aunque ello represente un costo económico debido a la paralización de los mercados entre República Dominicana y Haití.
China y Rusia se abstuvieron
El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó por 13 votos y las abstenciones de China y Rusia de enviar tropas liderada por el gobierno de la República de Kenia hacia el territorio haitiano para controlar las tropelías de las bandas criminales allí.
Los esfuerzos diplomáticos emprendidos por las autoridades dominicanas encabezados por el presidente Luis Abinader fueron determinantes y decisivos para que la comunidad internacional apoyara la pacificación de Haití.
Tanto ante la Asamblea General de la ONU como en diversos foros internacionales, el mandatario dominicano elevó su voz clamando vehementemente la reacción internacional frente a la tragedia haitiana.
El primer ministro haitiano, Ariel Henry, también hizo lo propio pese a las profundas divisiones e intentos golpistas contra su debilitado mandato.
Conforme pasan los días del cierre fronterizo millares de haitianos han optado por regresar voluntariamente a su país, lo que en la práctica refleja que real y efectivamente están conscientes de que su patria es la haitiana.
Por el lado dominicano, hasta los sectores comerciales que criticaron y se opusieron al cierre fronterizo ordenado por el presidente Abinader ante la inconsulta acción del gobierno haitiano de construir un canal para el desvío de las aguas del rio Dajabón, en violación a los acuerdos y protocolos suscritos por ambos países en 1929, ahora reconocen la soberana medida de la República Dominicana.
Hasta los medios de comunicación locales pro haitianos han tenido que ser comedidos para enjuiciar los mecanismos de seguridad del Estado.
En materia diplomática, de seguridad, estrategia de controles y firmeza patriótica frente a la provocación de los haitianos, las autoridades han triunfado.
Así las cosas, ningún dirigente opositor en el país se atreve a condenar los dispositivos de seguridad y medidas preventivas en la frontera, porque si lo hiciera estaría irremediablemente condenado a la hoguera.
Artículo de Manuel Díaz Aponte