Cambios afectan a los ministerios de Exteriores, Turismo, Comercio y al de Servicios Públicos.
El presidente de Kenia, William Ruto, ha anunciado una reestructuración en su Gobierno como resultado de la crisis creada por la decisión del país africano de encabezar una misión internacional apoyada por la ONU para intervenir en Haití ante los problemas de seguridad que enfrenta la nación caribeña.
Asi el presidente Ruto, ha destituido a Alfred Mutua como ministro de Exteriores reseña Europa Press. Mutua asumirá ahora el liderazgo del Ministerio de Turismo en medio de críticas de la oposición respecto a la nueva misión de Naciones Unidas en Haití, la cual estará encabezada por Nairobi.
La decisión de Ruto, quien asumió el cargo en agosto de 2022, se justifica en la búsqueda de optimización de acciones gubernamentales y mejora en la obtención de resultados, cumpliendo con las promesas electorales de revitalizar la economía y las condiciones de vida en el país africano.
Como parte de la reestructuración, el Ministerio de Exteriores quedará bajo el control de la oficina del Secretario de Gabinete, dirigido por Musalia Mudavadi, aliado cercano del presidente. Moses Kuria, por su parte, cambiará del Ministerio de Comercio al de Servicios Públicos.
Rebecca Miano asumirá la cartera de Comercio tras dejar su cargo en el Ministerio de la Comunidad de África Oriental. El Ministerio de Servicios Públicos también experimentará cambios, según informes de la emisora keniana Capital FM.
Alfred Mutua, defensor del despliegue de policías kenianos en la nueva misión de la ONU en Haití, sufre las consecuencias de esta remodelación.
La misión de Apoyo Multinacional a la Seguridad (AMS) fue aprobada recientemente por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con el objetivo de garantizar la seguridad de infraestructuras críticas y puntos estratégicos en Haití.
La ONU destaca la grave situación en Haití, con más de 3.000 asesinatos y más de 1.500 secuestros por rescate en lo que va de año.
La misión busca hacer frente a la inseguridad, protegiendo aeropuertos, puertos, escuelas, hospitales y cruces estratégicos.
La violencia ha obligado a 200.000 personas a abandonar sus hogares, y los casos de agresiones sexuales a mujeres y niñas por grupos armados continúan en aumento, afectando a decenas de miles de menores que no pueden asistir a la escuela.