Los reos fueron encontrados sin vida en el pabellón 7 de la Penitenciaría en las afueras de Guayaquil
El Servicio Nacional de Atención a Privados de Libertad (SNAI) de Ecuador ha confirmado la muerte de los seis sicarios colombianos implicados en el asesinato del candidato presidencial ecuatoriano, Fernando Villaviencio, el pasado 9 de agosto.
Los reos fueron encontrados sin vida en el pabellón 7 de la Penitenciaría en las afueras de Guayaquil, y las circunstancias de sus fallecimientos están actualmente bajo investigación, reseña Europa Press .
Aunque fuentes carcelarias han indicado inicialmente que los seis reclusos se habrían ahorcado, no hay confirmación oficial al respecto. El SNAI ha expresado que todos los fallecidos eran de nacionalidad colombiana y estaban involucrados en el asesinato de Fernando Villaviencio.
En un comunicado recogido por el periódico 'El Universal', el SNAI condenó los hechos y reafirmó la voluntad política del Gobierno para colaborar en las investigaciones destinadas a identificar a los responsables intelectuales del crimen del excandidato.
Fernando Villaviencio fue atacado y asesinado por sicarios después de un mitin político del partido Movimiento Construye. La Policía ecuatoriana logró arrestar a los seis ciudadanos colombianos, presuntamente miembros de un grupo de delincuencia organizada. Sin embargo, la investigación, con el respaldo del FBI, continúa para identificar a otros posibles implicados.
La organización ciudadana SOS Cárceles Ecuador señaló que los sicarios habían solicitado un traslado a una prisión más segura, pero esta petición fue denegada por las autoridades penitenciarias.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, se pronunció sobre la noticia en sus redes sociales, anunciando que se reuniría con el Gabinete de Seguridad tras los crímenes en el centro de privación de libertad. Lasso destacó su compromiso con la verdad y afirmó que regresaría al país para atender la emergencia.
La organización ciudadana SOS Cárceles Ecuador señaló que los sicarios habían solicitado un traslado a una prisión más segura, pero esta petición fue denegada por las autoridades penitenciarias.
Informes de guardias del centro penitenciario indican que los cadáveres no presentan signos de tortura ni heridas producto de algún combate. La situación sigue siendo objeto de atención y análisis, mientras se espera el resultado de las investigaciones en curso.