El sismo de una magnitud de 6,3 en la escala de Richter, sacudió la región alrededor de las 11:00 horas del domingo
En un trágico suceso, al menos un centenar de personas han perdido la vida y otras 500 han resultado heridas en ocho aldeas de las provincias afganas de Zindayán, en la provincia de Herat.
El sombrío balance ha sido proporcionado por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y replicado por Europa Press.
La evaluación inicial destaca que las aldeas más afectadas son Mahal Wardká, Dasht Hows, Bahadorzai, Zoryan, Koshkak, Sar Boland, Sanyab y Hilalzai, con cifras específicas de fallecidos en cada una de ellas. Sin embargo, la OCHA advierte que la cifra de heridos podría ascender a al menos 320, con la posibilidad de un aumento en el número de fallecidos.
La devastación se extiende más allá de las pérdidas humanas, con 465 viviendas destruidas y 135 dañadas. En total, 4,200 personas (600 familias) se encuentran afectadas, incluyendo 1,400 desplazados internos (300 familias). La zona más impactada, Mahal Wadaká, ha visto a 2,100 personas (300 familias) desplazarse a la ciudad de Herat en busca de refugio.
La OCHA advierte que la cifra de heridos podría ascender a al menos 320, con la posibilidad de un aumento en el número de fallecidos.
El terremoto, con una magnitud de 6,3 en la escala de Richter, sacudió la región alrededor de las 11:00 horas del domingo, sintiéndose también en las provincias de Badghis y Fará.
Ante esta tragedia, diversas organizaciones humanitarias han movilizado esfuerzos para proporcionar atención médica y psicológica en los hospitales locales, así como suministros esenciales como refugio y artículos no comestibles.
La urgencia de material sanitario de emergencia y kits de higiene se presenta como una necesidad crítica en medio de la devastación. La comunidad internacional se une en solidaridad mientras Afganistán enfrenta las secuelas de esta desgarradora catástrofe.