La Misión OSIRIS-REx de la NASA abre las puertas al origen de la vida en la Tierra.
MADRID, 11 de Octubre – Las muestras traídas desde el distante asteroide Bennu por la NASA han desvelado un asombroso secreto cósmico: están repletas de carbono y agua, los elementos fundamentales para la vida tal como la conocemos en la Tierra. Este emocionante hallazgo marca un hito en la exploración espacial y podría arrojar luz sobre nuestros propios orígenes.
Las muestras, recolectadas de un asteroide con una antigüedad de 4.500 millones de años, llegaron a la Tierra el pasado 24 de septiembre, tras una odisea de tres años en la misión OSIRIS-REx de la NASA. Hoy, en el Centro Johnson de Houston, la NASA compartió las primeras imágenes de este tesoro cósmico.
El administrador de la NASA, Bill Nelson, anunció con entusiasmo: "La muestra OSIRIS-REx es la muestra de asteroide rica en carbono más grande jamás enviada a la Tierra y ayudará a los científicos a investigar los orígenes de la vida en nuestro propio planeta para las generaciones venideras."
- Aunque se necesita más investigación para comprender completamente la naturaleza de los compuestos de carbono encontrados, este descubrimiento inicial es un prometedor augurio para futuros análisis de estas muestras. Estas rocas espaciales esconden secretos que se desvelarán en las próximas décadas, revelando cómo se formó nuestro sistema solar y cómo los materiales precursores de la vida podrían haber llegado a la Tierra. Además, proporcionarán pistas cruciales para prevenir colisiones de asteroides con nuestro planeta.
La meta inicial de la misión OSIRIS-REx era recolectar 60 gramos de material del asteroide. Los expertos de la NASA en el Centro Johnson han estado trabajando incansablemente durante diez días para desmontar con cuidado el hardware de retorno de muestras y revelar el tesoro que albergaba. Al abrir la tapa del recipiente científico, se encontraron con material adicional del asteroide que cubría diversas partes, revelando la riqueza de este hallazgo.
En las próximas dos semanas, los científicos llevarán a cabo análisis más detallados, incluyendo microscopía electrónica de barrido, mediciones infrarrojas, difracción de rayos X y análisis de elementos químicos. Además, utilizarán la tomografía computarizada de rayos X para crear un modelo en 3D de una de las partículas, resaltando su composición interna diversa.
Este primer vistazo proporciona pruebas contundentes de la presencia de abundante carbono y agua en las muestras, tal como informa la NASA.
En los próximos dos años, el equipo científico continuará caracterizando estas muestras y realizando análisis más exhaustivos para alcanzar los objetivos científicos de la misión. La NASA conservará al menos el 70% de la muestra en el Centro Johnson para futuras investigaciones de científicos de todo el mundo, incluyendo las futuras generaciones de exploradores espaciales.
Como parte del programa científico de OSIRIS-REx, más de 200 científicos de todo el mundo se embarcarán en la emocionante tarea de explorar las propiedades del regolito, incluyendo investigadores de destacadas instituciones estadounidenses y colaboradores de la NASA. Este descubrimiento cósmico abre las puertas a un nuevo capítulo en la comprensión de nuestro lugar en el universo y nuestro vínculo con el cosmos.