El avance arroja luz sobre la formación de la Tierra, así como de la creación de planetas en todo el universo
Una teoría reciente proporciona una fascinante explicación sobre cómo metales preciosos como el oro y el platino llegaron a ubicarse en zonas poco profundas del manto terrestre en lugar de hundirse hacia el núcleo del planeta.
Este avance no solo arroja luz sobre la formación de la Tierra, sino que también ofrece perspectivas sobre la creación de planetas en todo el universo se indica en el trabajo de investigadores de la Universidad de Yale y Simone Marchi del Southwest Research Institute que recoge Europa Press
Investigaciones anteriores indican que metales preciosos llegaron a la Tierra tras colisiones cósmicas que dejaron depósitos de materiales que eventualmente se fusionaron en la Tierra actual. Sin embargo, el proceso exacto de absorción de estos elementos sigue siendo un misterio.
A pesar de ser atraídos por el hierro y considerados "siderófilos", se esperaría que el oro y el platino se acumularan en el núcleo metálico de la Tierra. La nueva teoría, propuesta por Jun Korenaga de las referidas instituciones universitarias, se centra en una región del manto terrestre llamada "región transitoria".
Esta región delgada y peculiar del manto, donde la parte poco profunda se funde mientras la parte más profunda permanece sólida, tiene la capacidad de atrapar eficientemente los componentes metálicos que caen y redistribuirlos lentamente al resto del manto.
La teoría sugiere que este proceso de redistribución aún está en curso, manifestándose como "grandes provincias de baja velocidad de corte", anomalías geofísicas en el manto profundo.
Korenaga señala: "Esta región transitoria casi siempre se forma cuando un gran impactador golpea la Tierra primitiva, lo que hace que nuestra teoría sea bastante sólida".
La nueva explicación no solo resuelve enigmas sobre la evolución geoquímica y geofísica de la Tierra, sino que también destaca la compleja escala de tiempo involucrada en la formación del planeta, con dinámicas que se desarrollan en un día pero que influyen en la evolución terrestre durante miles de millones de años.