Las proyecciones previas basadas en combustibles fósiles ya no son realistas debido al rápido progreso de las energías renovables.
Un estudio basado en un modelo de tecnología y economía sugiere que la energía solar fotovoltaica podría convertirse en la principal fuente de energía antes de 2050, marcando un posible "punto de inflexión".
La investigación, liderada por la Universidad de Exeter y University College London, y que recoge Europa Press destaca que este cambio podría ocurrir incluso sin políticas climáticas más ambiciosas. Sin embargo, advierte sobre cuatro barreras que podrían frenar este avance.
Estas barreras incluyen la necesidad de redes eléctricas estables, financiamiento de la energía solar en economías en desarrollo, la capacidad de las cadenas de suministro y la resistencia política en regiones afectadas laboralmente.
Aunque el modelo destaca que las políticas para abordar estas barreras podrían ser más efectivas que los instrumentos de precios, como los impuestos al carbono, para acelerar la transición a la energía limpia.
El estudio señala que las proyecciones previas basadas en combustibles fósiles ya no son realistas debido al rápido progreso de las energías renovables. Sin embargo, subraya que los modelos tradicionales a menudo no consideran la innovación como parte integral de la economía y asumen un "fin del aprendizaje", a pesar de la continua innovación en tecnología solar.
La Dra. Femke Nijsse de la Universidad de Exeter destaca el círculo virtuoso entre la implementación de tecnologías y la eficiencia económica, subrayando el crecimiento rápido de la energía solar.
A pesar de ese avance, los investigadores advierten sobre la posibilidad de que los sistemas eléctricos dominados por la energía solar queden atrapados en configuraciones no sostenibles y dependan de los combustibles fósiles.
En lugar de depender únicamente de la transición solar, el estudio sugiere que los gobiernos deben abordar las barreras identificadas:
Resiliencia de la red: Las redes deben adaptarse a la variabilidad de la generación solar, considerando métodos como inversiones en otras energías renovables, cables de transmisión entre regiones, almacenamiento de electricidad y políticas para gestionar la demanda.
Acceso a la financiación: El crecimiento solar dependerá de la disponibilidad de financiación, y es crucial superar la concentración actual en países de altos ingresos.
Cadenas de suministro: Un futuro solar intensivo en metales requiere la gestión de la creciente demanda de minerales críticos para la electrificación y las baterías.
Oposición política: La resistencia de las industrias en declive puede afectar la transición, y las políticas regionales pueden mitigar riesgos y abordar la inequidad.
La investigación subraya la importancia de superar estas barreras para asegurar un futuro sostenible y basado en energía solar.
La Dra. Nadia Ameli de University College London destaca la necesidad de financiamiento adecuado para acelerar la agenda global de descarbonización, especialmente en naciones en desarrollo..