Los comunicadores fallecidos son 13 palestinos, tres israelíes y un libanés. Ocho periodistas resultaron heridos y tres fueron reportados como desaparecidos
Por corresponsal IPS
NUEVA YORK – Al menos 17 periodistas han muerto en 12 días de violenta lucha desatada en Oriente Medio, tras atacar la milicia Hamás a Israel y responder ese país con bombardeos sobre la bloqueada Franja de Gaza, reportó este miércoles 18 el estadounidense Comité para la Protección de Periodistas (CPJ en inglés).
Los comunicadores fallecidos son 13 palestinos, tres israelíes y un libanés. Ocho periodistas resultaron heridos y tres fueron reportados como desaparecidos o detenidos, indicó la organización.
No se confirmó que todos los periodistas estuvieran trabajando cuando ocurrieron las bajas. Casi todos trabajaban para canales palestinos o árabes, salvo Issam Abdallah, un videógrafo de Reuters caído en la frontera libanesa por un artefacto procedente de suelo israelí, según testigos citados por esa agencia británica.
El día que más periodistas cayeron fue el 7 de octubre, cuando Hamás lanzó ataques por sorpresa contra militares y civiles en el sur de Israel: tres reporteros israelíes murieron por disparos de la milicia y tres palestinos por fuego israelí.
El CPJ “enfatiza que los periodistas son civiles que realizan un trabajo importante en tiempos de crisis y no deben ser el objetivo de las partes en conflicto”, afirmó Sherif Mansour, coordinador de su programa para Medio Oriente y Norte de África.
La organización recibe e investiga informes no confirmados sobre otros periodistas asesinados, desaparecidos, detenidos, heridos o amenazados, y sobre daños a oficinas de medios y hogares de periodistas en Palestina, Israel y Líbano.
“Los periodistas de toda la región están haciendo grandes sacrificios para cubrir este desgarrador conflicto. Todas las partes deben tomar medidas para garantizar su seguridad”, dijo Mansour.
El CPJ considera que los periodistas en Gaza enfrentan riesgos particularmente altos mientras intentan cubrir el conflicto en medio de devastadores ataques aéreos de Israel, comunicaciones interrumpidas, cortes de energía generalizados y la tensión por un probable e inminente ataque terrestre israelí a gran escala contra Hamás.
La organización recibe e investiga informes no confirmados sobre otros periodistas asesinados, desaparecidos, detenidos, heridos o amenazados, y sobre daños a oficinas de medios y hogares de periodistas en Palestina, Israel y Líbano.
De los reporteros desaparecidos, el CPJ cree que dos están detenidos: el fotógrafo israelí Roee Idan, tomado como rehén junto a su hija de tres años, según su familia, y el fotógrafo palestino Nidal al-Walidi, detenido por el ejército israelí, mientras que un tercer fotógrafo palestino está en paradero desconocido.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lamentó en una declaración que se haya registrado “la semana más letal para los periodistas en cualquier conflicto reciente”.
Una vez que confirmó la muerte de al menos nueve periodistas en actos de servicio, la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, declaró que “es un balance dramático. Nunca antes, en un conflicto reciente, la profesión había tenido que pagar un precio tan alto en tan poco tiempo”.
También Christophe Deloire, secretario general de la oenegé Reporteros Sin Fronteras, dijo que “estamos totalmente abrumados por este triste récord”, y lamentó la “semana sangrienta, como consecuencia de la respuesta indiscriminada de Israel a la horrible masacre cometida por Hamás”.
La declaración de la Unesco expuso que “el atentado terrorista perpetrado por Hamás contra Israel el 7 de octubre ha provocado enfrentamientos intensos y un aumento de las tensiones regionales, con consecuencias extremadamente graves para la seguridad de los periodistas”.
Azoulay enfatizó que “en ningún caso se debe atentar contra los periodistas, y es responsabilidad de todos los implicados garantizar que puedan seguir ejerciendo su profesión con seguridad e independencia”.
La Unesco también recordó que la Resolución 2222/2015 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas establece que los periodistas, profesionales de los medios de comunicación, y personal relacionado que cubren situaciones de conflicto, deben ser tratados y protegidos como civiles.
Asimismo, los equipos e instalaciones de los medios de comunicación se consideran bienes civiles y, como tales, no deben ser objeto de ataques ni represalias, a menos que sean considerados objetivos militares.