Un cambio de clima "inexplorado" pone en peligro la vida de entre 3.000 y 6.000 millones de personas en la Tierra a finales del siglo XXI.
Un grupo de científicos del clima ha emitido una advertencia urgente, señalando que las condiciones críticas de la Tierra han alcanzado niveles sin precedentes, poniendo en peligro la vida en el planeta.
El estudio, publicado en Bioscience y dirigido por William Ripple y Christopher Wolf de la Universidad Estatal de Oregón, que recoge Europa Press, revela que 20 de las 35 constantes vitales planetarias seguidas para monitorizar el cambio climático están en extremos nunca antes vistos.
El informe destaca que, en 2023, se han batido récords relacionados con el clima, como temperaturas oceánicas y del hielo marino, junto con una temporada de incendios forestales en Canadá que generó emisiones de dióxido de carbono sin precedentes.
Los científicos advierten que sin medidas significativas, el mundo se encamina hacia un posible colapso de sistemas naturales y socioeconómicos, con consecuencias como escasez de alimentos y agua dulce.
Revelan que 20 de las 35 constantes vitales planetarias seguidas para monitorizar el cambio climático están en extremos nunca antes vistos.
La duplicación de los subsidios a los combustibles fósiles entre 2021 y 2022, alcanzando más de un billón de dólares, es señalada como un problema crítico.
Además, los incendios forestales en Canadá en 2023 ya han liberado más dióxido de carbono que las emisiones totales del país en 2021.
El informe indica que el aumento de días con temperaturas superiores a 1,5 grados centígrados y eventos climáticos extremos está superando las predicciones.
Los científicos expresan su preocupación por el aumento repentino de la frecuencia y gravedad de las catástrofes climáticas y estiman que entre 3.000 y 6.000 millones de personas podrían enfrentarse a condiciones insoportables a finales del siglo XXI.
Para abordar estos desafíos, los científicos piden políticas que aborden el problema subyacente del "sobregiro ecológico" y una transición hacia una economía mundial que priorice el bienestar humano y reduzca el consumo y las emisiones excesivas.
Asimismo, instan a medidas basadas en la equidad y la justicia social, enfocándose en proteger a las poblaciones más pobres que sufren de manera desproporcionada los impactos del cambio climático.