Exponen una peligrosa tendencia entre adolescentes para comer poco que pone en riesgo la salud
En Japón, y extendiéndose a nivel mundial a través de las redes sociales, la 'dieta Cenicienta' (#cinderelladiet) ha ganado popularidad entre adolescentes que buscan alcanzar la cintura de avispa de las princesas de Disney. Esta controvertida dieta, que aboga por lograr una masa corporal de 18, ha generado inquietud entre expertos en salud y nutrición.
Según los promotores de esta tendencia, la fórmula para alcanzar el peso ideal consiste en elevar al cuadrado la altura de la persona y multiplicar el resultado por 18. Por ejemplo, una mujer de 1,70 metros debería pesar 52 kg, despliega Europa Press.
Además, más allá de los riesgos asociados con esta búsqueda de un estándar irreal, la dieta también insta a las participantes a compartir fotos o videos que demuestren pérdidas de peso rápidas.
La psicóloga sanitaria, dietista nutricionista y profesora de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Andrea Arroyo, advierte que la 'dieta Cenicienta' conlleva restricciones alimentarias drásticas, promoviendo la idea de lograr un peso "a cualquier precio y a toda costa", descuidando el autocuidado.
Arroyo destaca que esta dieta se enfoca en el criterio de peso en lugar de la salud, calificándola como un "fracaso garantizado".
Los expertos alertan que la dieta Cenicienta puede provocar desequilibrios metabólicos y problemas emocionales
Subraya los riesgos de déficits nutricionales, especialmente peligrosos para mujeres embarazadas, en período de lactancia y adolescentes con necesidades nutricionales específicas.
Estas dietas extremas, conocidas como dietas milagrosas, también son condenadas por expertos en nutrición. La nutricionista y colaboradora de la UOC, Alex Vidal, enfatiza la falta de base científica en dietas como la de grupo sanguíneo, la dieta Dukan, o la de sirope de arce, señalando carencias que pueden acarrear problemas de salud generalizados.
Ambos expertos advierten que la obsesión por alcanzar el cuerpo de la Cenicienta puede derivar en trastornos alimentarios y una constante frustración al perseguir un estándar irreal.
Para contrarrestar esta peligrosa tendencia, Vidal recomienda adoptar buenos hábitos, huir de las "dietas", y personalizar enfoques nutricionales. La igualdad de género también se ve afectada, ya que la presión social sobre las mujeres para mantenerse delgadas persiste, mientras que a los hombres se les exige menos en este aspecto.
La profesora de comunicación de la UOC, Ana Isabel Bernal Triviño, destaca que las dietas como esta contribuyen a la cosificación de las mujeres, subrayando la necesidad de abordar estas cuestiones en la lucha por la igualdad de género.