Con más de 2,800 km por recorrer, los migrantes enfrentan incertidumbre sobre si contarán con las fuerzas y recursos necesarios para alcanzar su objetivo.
Ciudad de México, 3 noviembre del 2023.-La caravana de migrantes que partió de Tapachula, Chiapas, hace cinco días con destino a la frontera con Estados Unidos, continúa su lento avance en territorio chiapaneco.
Aunque iniciaron como una columna compacta, se han registrado deserciones y la caravana no mantiene su unidad original, indicó Prensa Latina.
Con más de 2,800 km por recorrer hasta el río Bravo, en la frontera norte, los migrantes enfrentan incertidumbre sobre si contarán con las fuerzas y recursos necesarios para alcanzar su objetivo. Hasta el momento, se encuentran en la localidad de Huixtla, al sur de Chiapas.
A medida que avanzan, las columnas se han disuelto por cuenta propia, y muchos migrantes optan por otros medios de transporte, incluidos los techos de los vagones de trenes de carga. Sin embargo, las autoridades y propietarios de ferrocarriles han implementado medidas para evitar su uso debido a tragedias previas que han dejado víctimas mortales.
A medida que avanzan, las columnas se han disuelto por cuenta propia, y muchos migrantes optan por otros medios de transporte, incluidos los techos de los vagones de trenes de carga.
El gobierno mexicano ha ofrecido programas para que los migrantes se queden en el país, pero se reporta que una gran mayoría prefiere continuar hacia la frontera norte, posiblemente con planes coordinados con familiares en Estados Unidos.
La Guardia Nacional protege las caravanas para evitar acciones del crimen organizado que busca reclutar a los migrantes o extorsionarlos.
En el Día de Muertos, la caravana hizo una pausa en Huixtla para rendir homenaje a los migrantes que fallecieron en el tramo mexicano, especialmente aquellos que enfrentaron peligros en la espesa selva del Darién en Panamá.
Algunos migrantes argumentan que el gobierno mexicano no les proporciona los documentos necesarios del Instituto Nacional de Migración para viajar por su cuenta en territorio mexicano. Otros, en cambio, han recibido rápidamente visas humanitarias que les permiten trabajar en México.
A pesar de la reciente cumbre de 12 países, la caravana avanza lentamente, indicando que el éxodo persiste, aunque se reconoce que es demasiado pronto para evaluar sus resultados.