El estudio excluyó robots industriales especializados y se centró en humanoides anatómicamente similares a los humanos.
Una exhaustiva investigación liderada por Robert Riener, profesor de Sistemas Sensoriales a Motor en ETH Zurich, ha revelado interesantes hallazgos en la comparación entre humanos y robots humanoides. Aunque los robots muestran avances notables en componentes técnicos, aún no logran superar ciertos logros humanos.
El estudio excluyó robots industriales especializados y se centró en humanoides anatómicamente similares a los humanos. Se seleccionaron 27 ejemplares que cumplían con criterios específicos, como tener dos o cuatro patas para subir escaleras y ser silenciosos.
En cuanto a los componentes individuales, los técnicos, como micrófonos y cámaras, superaron a sus homólogos humanos en propiedades sensoriomotoras clave. Sorprendentemente, materiales técnicos, como fibras de carbono, mostraron ventajas mecánicas sobre los huesos humanos, destaca Europa Press.
Sin embargo, la verdadera complejidad surge al considerar las actividades solicitadas a ambos. Aunque los robots destacan en precisión y equilibrio, los humanos son generalmente superiores en términos de velocidad, resistencia y capacidad para realizar una amplia gama de movimientos.
A pesar de los avances en robótica, Riener enfatiza que los entornos humanos complejos presentan desafíos significativos para la autonomía y la precisión de los robots. El siguiente paso, sugiere, es avanzar en la ingeniería de sistemas y la tecnología de control automático para aprovechar al máximo los componentes técnicos disponibles.
En cuanto a los componentes individuales, los técnicos, como micrófonos y cámaras, superaron a sus homólogos humanos en propiedades sensoriomotoras clave. Sorprendentemente, materiales técnicos, como fibras de carbono, mostraron ventajas mecánicas sobre los huesos humanos.
Aunque los robots aún no superan por completo a los humanos, Riener confía en que, con el tiempo, la inteligencia de los robots mejorará, permitiendo su aplicación en áreas como la asistencia domiciliaria, la industria de la construcción y más, proporcionando apoyo valioso en tareas difíciles o peligrosas.
El profesor Riener resalta que, si bien los robots actuales son asombrosos en muchos aspectos, aún enfrentan desafíos en entornos complejos y dinámicos. La complejidad de las tareas cotidianas, como el fútbol, donde la combinación de movimientos y estrategias es clave, demuestra que los robots tienen un camino por recorrer para igualar las habilidades humanas en diversas actividades.
La esperanza radica en la continua mejora de la ingeniería de sistemas y la tecnología de control automático, que permitirán a los robots interactuar de manera más inteligente y efectiva con los humanos. Estos avances podrían tener aplicaciones significativas en campos como la asistencia a personas mayores, la industria y el hogar, brindando apoyo en áreas donde se requiere ayuda adicional y mejorando la calidad de vida de las personas con movilidad reducida.
En resumen, mientras los robots continúan avanzando y superando hitos técnicos, la complejidad de las habilidades humanas demuestra que la relación simbiótica entre humanos y máquinas tiene el potencial de evolucionar hacia formas más sofisticadas y beneficiosas en el futuro.
Este estudio, que busca arrojar luz sobre las capacidades y limitaciones de los robots humanoides en comparación con los humanos, destaca la evolución constante de la tecnología y su impacto en la interacción entre máquinas y seres humanos.