Estadísticas muestran aumento significativo de alumnos haitianos en instituciones de educación superior
SANTO DOMINGO – Haití ha alcanzado el primer lugar en la matrícula de estudiantes extranjeros en las universidades dominicanas durante los últimos tres años, liderando un grupo diverso de 79 países. Un total de 15,884 estudiantes haitianos se han inscrito, representando el 49.8% del total de alumnos internacionales en este periodo.
Los alumnos haitianos, que conforman el 0.49% de todos los estudiantes extranjeros en las instituciones dominicanas, se destacan en un período marcado por la pandemia y los desafíos educativos globales. Este fenómeno refleja no solo la proximidad geográfica sino también la fortaleza de las relaciones educativas entre Haití y la República Dominicana.
Estados Unidos ocupa el segundo lugar con 4,284 estudiantes matriculados entre 2020 y 2022, seguido de cerca por Puerto Rico, que registró 2,096 alumnos en el mismo período. Estas cifras resaltan la diversidad y la atractividad de las universidades dominicanas para estudiantes de distintas regiones.
El ministro de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, Dr. Franklin García Fermín, atribuye este crecimiento al aumento de la confianza internacional en la democracia dominicana y el respaldo gubernamental a las universidades del país. "Bajo la visión del presidente Luis Abinader, la República Dominicana se está valorando como un líder en desarrollo educativo en la región", expresó García Fermín.
En términos de distribución de género, 8,523 de los estudiantes haitianos matriculados son mujeres, mientras que 7,361 son hombres. De los estudiantes estadounidenses, 2,511 son mujeres y 1,796 son hombres. Este equilibrio de género refleja un avance significativo en la inclusión y la diversidad en el ámbito educativo.
Otros países con alta matriculación incluyen Venezuela, Cuba, España, Italia, Honduras, Francia, México y Argentina, mostrando un panorama amplio de intercambio cultural y académico en las universidades dominicanas. Estos datos subrayan el papel de la República Dominicana como un centro educativo clave en el Caribe y América Latina.