El despliegue, marcado por un intenso debate parlamentario, busca combatir la creciente ola de criminalidad en Haití
Madrid, 16 de Noviembre de 2023 (EUROPA PRESS) – En una decisión histórica, el Parlamento de Kenia aprobó este jueves el despliegue de 1.000 miembros de la Policía Nacional para una misión de mantenimiento de paz en Haití. La misión, que durará un año, tiene como objetivo principal combatir las bandas criminales que han ganado terreno en el país caribeño.
La medida ha sido objeto de un acalorado debate en el Parlamento, con la oposición manifestando una firme resistencia. Uno de los puntos de contención más significativos ha sido el costo del despliegue, estimado en 91.000 millones de chelines kenianos (aproximadamente 550 millones de euros). Además, la oposición, liderada por el diputado James Opiyo Wanday del Movimiento Democrático Naranja (ODM), ha argumentado que la medida viola la Constitución de Kenia, que solo contempla el despliegue de las Fuerzas Armadas fuera del país, sin mencionar a la Policía Nacional.
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Opiyo Wanday, en sus declaraciones recogidas por el diario 'The Standard', ha cuestionado la prudencia de la medida y ha instado a sus colegas a rechazar la moción para "salvar a nuestros nietos".
Por otro lado, el oficialismo ha defendido la decisión destacando el papel histórico de Kenia en contribuir a soluciones de seguridad en conflictos internacionales, citando ejemplos como Yugoslavia, Namibia, Timor Oriental, Angola, Sierra Leona y Croacia. Además, han señalado que la dirección del operativo por parte de Kenia podría reducir las tensiones raciales y facilitar la misión.
El Ministerio del Interior de Kenia ha informado al Parlamento que otros países, incluyendo Senegal, Burundi, Chad, Jamaica, Chile, Ecuador y Barbados, también han contribuido con efectivos, según fuentes de Bloomberg.
El primer grupo de policías kenianos se espera que llegue a Haití a principios de 2024. Aunque el coste total de la operación se estima en 550 millones de euros, se espera que una parte significativa sea cubierta por las Naciones Unidas y Estados Unidos.
Este despliegue se produce en un momento crítico para Haití, cuya situación de seguridad se ha deteriorado considerablemente tras el magnicidio del presidente Jovenel Moise en julio de 2021, con bandas criminales controlando amplias zonas del país.