La duda persiste entre los ciudadanos estadounidenses sobre la versión oficial del magnicidio
Hace exactamente 60 años, el presidente estadounidense John F. Kennedy fue asesinado a tiros, y aunque Lee Harvey Oswald fue señalado como el autor, para la mayoría de los ciudadanos, el magnicidio no fue obra de un lobo solitario.
Según una encuesta de Gallup, el 65 por ciento de las personas entrevistadas creen en teorías de conspiración, mientras que solo el 29 por ciento atribuye el asesinato a un único hombre, recoge Europa Press.
La incertidumbre sobre la versión oficial ha persistido a lo largo de la historia estadounidense, fluctuando en diferentes etapas. En 1963, solo el 52 por ciento creía en la conspiración, pero en 1976, este dato alcanzó su punto máximo con un 81 por ciento.
Desconfianza Educativa y Política
El 52 por ciento de los encuestados actualmente creen que algún grupo o entidad está detrás del asesinato, y no simplemente un cómplice individual de Oswald.
En cuanto a sospechosos potenciales, el 38 por ciento señala a algún funcionario o institución del Gobierno federal, mientras que el 29 por ciento apunta a un actor no estatal, principalmente la mafia.
Las opiniones varían según el nivel educativo; el 50 por ciento de las personas con estudios superiores atribuyen el asesinato solo a Oswald, en comparación con el 44 por ciento que cree en una responsabilidad más amplia.
Por simpatías políticas, en todos los casos, hay una mayoría de personas que creen en la conspiración.
Persistencia del Recuerdo
El asesinato sigue presente en la memoria colectiva de Estados Unidos, con imágenes que capturan el momento. Joe Biden, actual presidente, lo describió como "un momento definitorio de trauma y pérdida", destacando que millones de estadounidenses aún recuerdan dónde estaban cuando ocurrió.
Aunque el recuerdo perdura, las teorías de conspiración también siguen siendo parte del legado del asesinato de JFK.