Descubrimiento de la esmectita por geólogos del MIT revela el sorprendente papel de la arcilla en la regulación climática global
Un equipo de geólogos del MIT ha desentrañado el fascinante poder de la esmectita, un mineral arcilloso del fondo marino, para capturar carbono durante millones de años.
Al examinar de cerca la estructura microscópica de la esmectita, los científicos descubrieron que sus pliegues actúan como eficientes trampas para el carbono orgánico, jugando un papel crucial en la regulación del clima global.
El estudio del MIT, que recoge Europa Press, demuestra que las arcillas carboníferas, como la esmectita, resultan de procesos tectónicos. Cuando la corteza oceánica colisiona con una placa continental, emergen rocas que evolucionan con el tiempo para convertirse en minerales, entre ellos, el mineral descubierto.
El sedimento arcilloso se deposita nuevamente en el océano, donde la esmectita atrapa fragmentos de organismos muertos en sus pliegues microscópicos. Este fenómeno impide que el carbono orgánico sea consumido por microbios y vuelva a la atmósfera como dióxido de carbono.
A través de análisis detallados, los investigadores confirmaron que la esmectita se generó probablemente después de eventos tectónicos cruciales en los últimos 500 millones de años. En cada uno de estos eventos, las arcillas capturaron suficiente carbono para enfriar la Tierra y desencadenar eras glaciales.
Estos hallazgos son pioneros al demostrar que las placas tectónicas pueden desencadenar glaciaciones mediante la producción de esmectita capturadora de carbono.
En la actualidad, estas arcillas se encuentran en regiones tectónicamente activas, y los científicos sugieren que la esmectita sigue secuestrando carbono, ofreciendo un amortiguador natural y gradual contra las actividades humanas de calentamiento climático.
Joshua Murray, estudiante de postgrado del MIT, destaca: "La influencia de estos minerales de arcilla tiene amplias implicaciones para la habitabilidad de los planetas. Incluso podría haber una aplicación moderna para estas arcillas en la compensación de parte del carbono que la humanidad ha puesto en la atmósfera".
Este estudio continúa la investigación previa del equipo, que vinculó cada glaciación terrestre con eventos tectónicos en los trópicos. La exposición de rocas oceánicas llamadas ofiolitas durante estas colisiones tectónicas tropicales llevó a la formación de minerales arcillosos, incluida la esmectita.
Los científicos exploraron el potencial de las esmectitas para reducir las emisiones de carbono, especialmente en regiones propensas al deshielo del permafrost, donde podrían evitar la liberación de carbono orgánico y contribuir a mitigar el cambio climático.
El profesor Oliver Jagoutz destaca: "Si quieres entender cómo funciona la naturaleza, debes entenderla a nivel mineral y de grano. Este enfoque también nos guía hacia soluciones para esta catástrofe climática. Estudiar estos procesos naturales puede revelar herramientas valiosas para abordar este desafío".