La profesora Denise García aborda la necesidad de una gobernanza global frente a las amenazas de la inteligencia artificial en el ámbito militar.
MADRID, 5 de diciembre (EUROPA PRESS)- El panorama de despliegue de sistemas de armas autónomas letales en campos de batalla plantea la urgencia de tomar medidas a nivel mundial para regular estas tecnologías, según revela el último libro de Denise García, profesora de ciencias políticas y asuntos internacionales en la Universidad de Northeastern.
Bajo el título "La carrera militar de la IA: buena gobernanza común en la era de la inteligencia artificial", García, quien formó parte del Panel Internacional para la Regulación de Armas Autónomas de 2017 a 2022, destaca la creciente capacidad de las armas de Guerra basada en inteligencia artificial para actuar sin una supervisión humana significativa. Este avance plantea preguntas cruciales sobre la conducción de las guerras actuales y futuras, así como sobre la rendición de cuentas en casos de posibles violaciones del derecho internacional.
En su análisis, García explora la necesidad de establecer un marco de gobernanza global que anticipe el despliegue desenfrenado de sistemas de armas de inteligencia artificial, considerando el deterioro de las normas internacionales. Destaca la implementación actual de aplicaciones militares de IA en conflictos en curso, como el caso destacado de la Cúpula de Hierro de Israel en Medio Oriente.
García hace un llamado a la acción mundial, proponiendo la creación de nuevos bienes públicos globales que incluyen un marco para gobernar la inteligencia artificial y reglas comunes acordadas sobre su uso militar. Advierte sobre los riesgos de acelerar la militarización de la IA, subrayando que no se debe confiar en esta tecnología para tomar decisiones en la guerra.
La autora destaca la posición de más de 4.500 investigadores de IA y robótica, que insisten en que la IA no debería tomar decisiones sobre el asesinato de seres humanos. Sin embargo, señala discrepancias, ya que los funcionarios estadounidenses abogan por un paradigma regulatorio que permita a los humanos utilizar la IA para tomar decisiones letales.
García enfatiza que los sistemas de armas de IA amenazan con alterar las normas de rendición de cuentas y hacer más difícil el procesamiento de crímenes de guerra, al tiempo que plantea desafíos en la atribución de responsabilidad en un contexto donde robots y software entran en la ecuación. .
En conclusión, la obra de García destaca la necesidad crítica de una regulación global ante la evolución de la inteligencia artificial en el ámbito militar, enfocándose en salvarguardar la dignidad humana en tiempos de guerra.