Expertos latinoamericanos ven el acuerdo de Dubái como una medida incompleta en la lucha contra el cambio climático.
DUBÁI – Tras la conclusión de la cumbre climática COP28 en Dubái, expertos y representantes de América Latina perciben la decisión de alejarse de los combustibles fósiles como un avance limitado en la lucha contra el cambio climático.
La cumbre, que contó con la participación de cerca de 200 países, acordó una transición ordenada y equitativa hacia energías más limpias y estableció la meta de cero emisiones netas para 2050.
El secretario general de la ONU, António Guterres, enfatizó la inevitabilidad de eliminar progresivamente los combustibles fósiles, mientras que figuras como Manuel Pulgar-Vidal, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), y Marcio Astrini, del Observatorio Climático de Brasil, resaltaron la necesidad de una transición más decisiva y menos dependiente de soluciones temporales como la captura de carbono.
Las críticas se centraron en la falta de compromisos concretos en áreas clave como el financiamiento para la transición energética, así como en la apertura a "falsas soluciones" que podrían desviar la atención de la necesidad de extinguir completamente el uso de combustibles fósiles. Además, el documento final fue considerado insuficiente en cuanto a medidas de adaptación y financiamiento climático.
La cumbre destacó, no obstante, avances significativos en la promesa de reposición del Fondo Verde para el Clima, superando las expectativas con compromisos que ascienden a 12,800 millones de dólares. A pesar de estos progresos, la falta de un enfoque más audaz en la reforma financiera y la adaptación al cambio climático deja un sabor agridulce para América Latina y otros participantes.
En resumen, la COP28 ha marcado un paso importante, pero aún insuficiente, hacia un futuro más sostenible. La atención ahora se centra en la implementación efectiva de los acuerdos alcanzados y en el aumento de la ambición en futuras cumbres.
Fuente: Reseña de IPS.