Establece que el crecimiento moderado y la recuperación fiscal marcan la economía de República Dominicana, según Informe.
Santo Domingo – La economía dominicana, según el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), enfrenta un año de ajustes y recuperación en 2023. Aunque se prevé una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) real de un 3,1%, esta cifra representa una desaceleración en comparación con el crecimiento del 4,9% en 2022. Este cambio se atribuye principalmente a los impactos de las altas tasas de interés en sectores clave como la construcción y una disminución en las exportaciones, reflejando la contracción del comercio mundial.
A pesar de estos desafíos, el déficit financiero del gobierno central muestra signos de recuperación, estimándose en alrededor del 3,0% del PIB para 2023, una leve mejora frente al 3,2% de 2022. Del mismo modo, el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos se proyecta en un 3,7% del PIB, una notable disminución en comparación con el 5,6% del año anterior, gracias a la reducción de importaciones y el aumento de las remesas y los ingresos del turismo. El informe fue presentado el jueves por la CEPAL.
El Producto Interno Bruto (PIB) de República Dominicana mostró una tasa de variación anual del 3,1% en 2023, un descenso notable en comparación con el 12,3% de 2021 y el 4,9% de 2022. Este crecimiento más lento refleja las transiciones y desafíos que enfrenta la economía global.
La inflación, que ha sido una preocupación constante, muestra signos de desaceleración, con una proyección al cierre del año de alrededor del 4,5%, dentro del rango meta del Banco Central. No obstante, la tasa de desempleo abierta ha aumentado ligeramente a un 5,6% en el segundo trimestre de 2023, un incremento respecto al 5,2% del año anterior, reflejando el impacto de la desaceleración económica en el mercado laboral.
El gobierno ha logrado un crecimiento en los ingresos fiscales, impulsado principalmente por un incremento en los impuestos sobre ingresos, utilidades y ganancias de capital. Sin embargo, ha habido una reducción en las contribuciones sociales y en los gastos gubernamentales, especialmente en subsidios a combustibles y energía eléctrica, como parte de las medidas de ajuste fiscal.
En el ámbito de la política monetaria, el Banco Central ha realizado ajustes a la baja en las tasas de interés, pasando de un 8,5% en mayo a un 7,0% en noviembre, en respuesta a la disminución de las presiones inflacionarias.
Por otro lado, el informe de la CEPAL sobre República Dominicana destaca que el tipo de cambio nominal experimentó una depreciación del 3,3%, y las reservas internacionales aumentaron significativamente, reflejando un fortalecimiento en el sector externo. Esto se ve acompañado por un crecimiento en las remesas familiares y un incremento en los flujos de inversión extranjera directa, especialmente de países como Estados Unidos, España y Canadá.
Finalmente, para 2024, la CEPAL proyecta un crecimiento del PIB de un 4,1%, impulsado por una política monetaria más flexible y un incremento en el gasto público. Aunque se espera un ligero aumento en el déficit fiscal, la estabilidad en los términos de intercambio y una inflación controlada del 4,0% auguran un panorama económico más estable para la República Dominicana.