Hasta los chinos de Bonao y de China continental están de acuerdo en que el tránsito vehicular en nuestro país es un caos indigno de soportar hoy día. Gobiernos fueron y gobiernos están que emplean a supuestos especialistas en la materia y nada se resuelve.
Se proponen alternativas para mejorar el caótico tránsito en Santo Domingo, Santiago y otras urbes mayoritarias, sin que se alcancen resultados positivos.
Nada ni nadie da pie con bola para hallar la solución o soluciones a la problemática.
Y mientras se gastan los millones que no tenemos en la búsqueda del premio mayor, solo unos pocos se benefician de la trágica y diabólica situación.
Creo, casi sin pensarlo dos veces, que además de las teorías planteadas para la solución, sería bueno llamar a capítulo a los pocos responsables que más dinero ganan de esta compleja crisis: los líderes del transporte público.
Si el gobierno se reuniera con estos ´pejes grandes´, es decir con Hubieres, Marte y compartes, creo que se mejoraría en un por ciento alto el caos existente.
Y digo esto por experiencia propia: lo que dicen Marte y Hubieres a sus choferes es lo que se hace en calles, avenidas, carreteras y autopistas.
Ellos son los ´pequeños dictadores´ en el sector y a quienes más obedecen los conductores de guaguas, camiones, patanas, taxis y hasta motocicletas.
Ellos son los que cobran unas cuotas diarias, sin pagar impuestos por ellas, para identificar con las siglas de sus Federaciones o Sindicatos dichos vehículos.
Ellos son los que cobran ´por las buenas o por las malas´ esa cuota diaria, sin exigirles licencia de conducir al día, seguro de ley y de vida por los pasajeros que utilizan, que estén en ´condiciones´ sus neumáticos, frenos, espejos, puertas y asientos.
Ellos son, los dirigentes choferiles, los responsables principales de este caos que tantas muertes, heridos e inválidos deja al país cada año.
Si el gobierno conversara con ellos para ´resolver definitivamente el caos del tránsito, yo estoy seguro que se avanza algo para bien de todos.
Si Hubieres, Marte y los demás dirigentes exigieran a sus choferes que conduzcan vehículos con respeto a la ley, a la velocidad señalada, con ropa decente, sin hablar por celulares, sin consumir alcohol ni estupefacientes, y sin colocar música antihumana en sus radios, otra cosa sería nuestro tránsito vehicular.
Porque los articulados de leyes nunca se cumplen.
Yo creo que si Abinader se arriesga a conversar con ellos es mucho lo que se lograría avanzar en la búsqueda de soluciones a esta problemática.
18 de diciembre de 2023.
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