Análisis de expertos revela impacto de inflación y cambio climático en la región
MÉXICO, 25 dic (Xinhua) – El año 2023 representó un periodo de desafíos económicos significativos para América Latina, marcado por altas tasas de interés, inflación agobiante e incertidumbres globales, según expertos. Este panorama, agravado por los efectos del cambio climático, resultó en una desaceleración generalizada en las economías latinoamericanas comparado con el año anterior.
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La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) predice un 2024 de continuo bajo crecimiento para la región. Se estima que América del Sur crecerá un 1.4%, mientras que Centroamérica y México alcanzarán un 2.7%, y el Caribe un 2.6%, excluyendo a Guyana. Estas cifras, presentadas en el "Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2023″, reflejan un crecimiento económico global limitado.
Pese a la disminución de la inflación en la región, las políticas monetarias siguen siendo restrictivas, una precaución contra los impactos potenciales en los flujos de capital y el tipo de cambio, especialmente frente a las altas tasas de interés sostenidas en los países desarrollados. La CEPAL sugiere que para superar esta trampa de bajo crecimiento, es fundamental escalar las políticas de desarrollo productivo, fomentar la inversión pública y privada, y adecuar el marco de financiamiento.
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Brasil, bajo el primer año de gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, mostró un sorprendente avance con un crecimiento previsto del 3%, superando las expectativas iniciales. Este progreso se atribuye principalmente al aumento del consumo familiar, impulsado por políticas gubernamentales en torno al salario mínimo y apoyos sociales. A su vez, el desempleo en Brasil muestra una tendencia decreciente.
En Ecuador, sin embargo, la situación es más compleja, enfrentando una economía ralentizada, baja atracción de inversión y problemas fiscales en un contexto de violencia creciente. El desempleo cerró en 3.8% en el tercer trimestre de 2023, y la tasa de homicidios se proyecta entre las más altas de la región.
Perú, por otro lado, muestra potencial para salir de la recesión en 2024, aunque esto requerirá una coordinación eficiente entre las autoridades gubernamentales en todos los niveles. El factor climático, especialmente el fenómeno de El Niño, también jugará un papel crucial en la economía peruana.
Colombia enfrentó una desaceleración por la inflación y altas tasas de interés, además de incertidumbre regulatoria en algunos sectores. La inversión extranjera y las importaciones disminuyeron, aumentando el riesgo de un mayor déficit fiscal.
Finalmente, Uruguay lidió con una sequía sin precedentes y una caída en los precios de sus exportaciones agroindustriales. El país se prepara para una transición gubernamental cuidadosa en cuanto al manejo fiscal, apuntando a un déficit en torno al 2%.
Con estos desafíos, América Latina se prepara para un 2024 de recuperación cautelosa y estratégica.