El ex director de Honda y McLaren en F1, murió a los 56 años fue campeón de Indy 500.
MADRID, 30 de diciembre. – El mundo del automovilismo está de luto tras el fallecimiento del eximio piloto brasileño Gil de Ferran, quien perdió la vida a los 56 años debido a un infarto mientras se encontraba en un club de automovilismo en Florida, Estados Unidos. De Ferran, recordado por su destacada trayectoria en las pistas y su liderazgo en equipos de F1, deja un legado imborrable en el deporte.
La Confederación Brasileña de Automovilismo confirmó el deceso de De Ferran, un suceso que también fue ampliamente difundido por la web oficial de la Fórmula 1. Este lamentable acontecimiento ha generado una profunda consternación en la comunidad automovilística, tanto en Brasil como internacionalmente.
Importantes figuras del automovilismo, como los pilotos españoles Carlos Sainz padre e hijo y Fernando Alonso, expresaron su profundo pesar. Alonso, en particular, compartió un emotivo mensaje: "Estoy sin palabras, es un día muy triste. Gracias por los momentos que compartimos, por la enseñanza llena de entusiasmo sobre cómo correr en los óvalos y por innumerables recuerdos juntos".
Gil de Ferran, cuya carrera estuvo marcada por significativos logros, incluyendo el campeonato de las 500 millas de Indianápolis en 2003 y la victoria en la Fórmula 3 Británica en 1992, es recordado como uno de los pilotos más talentosos y versátiles de su generación.
Después de retirarse de las carreras, De Ferran asumió roles cruciales en la Fórmula 1, incluyendo director de equipo para Honda y McLaren, mostrando su habilidad no solo en la pista, sino también en la gestión y estrategia de equipos de alto nivel.
La partida de Gil de Ferran no solo deja un vacío en el automovilismo, sino que también marca el final de una era dorada del deporte, recordando su contribución y pasión por el mundo del motor. Su reciente regreso a la fábrica de Woking resalta el compromiso y amor incondicional que siempre tuvo por este deporte.