La decisión política, de carácter estratégica, de parte del presidente Luís Abinader y el PRM, es atrevida, pero valedera.
El doctor Guillermo Moreno García no es un advenedizo, un oportunista, trepador o camaleón de la política, de esos que tanto abundan en la sociedad dominicana, que, sin talento ni capacidad alguna, están eternamente inscritos, no en el registro civil, sino en la nómina del Estado.
Creo en la genética, en los valores éticos y morales. Guillermo proviene de una familia de poetas, intelectuales, profesores. Gente buena, que le ha aportado mucho al país en diferentes áreas del saber. Busquen su génesis, su analogía familiar y encontrarán ciudadanos ejemplares.
La decisión política, de carácter estratégica, de parte del presidente Luís Abinader y el PRM, es atrevida, pero valedera; mientras que, de parte de Guillermo Moreno es inteligente y sensata, porque tiene todas las posibilidades de convertirse en el senador de la capital, que es mucho mejor que ostentar una candidatura presidencial por Alianza País, sin ninguna posibilidad de éxito.
Hablo de una figura de alto nivel profesional; abogado, académico, ex decano de la facultad de derecho de la Universidad Iberoamericana (UNIBE), profesor de otras universidades, tanto en la capital como en Santiago, autor y coautor de importantes proyectos de leyes, consultor nacional e internacional, defensor de los derechos humanos, de la infancia, etc.
La clase jurídica lo distingue y reconoce como un profesional acabado, que puede ejercer cualquier función pública dignamente. Sus compañeros le reconocen carácter, capacidad y honestidad; para quien los principios juegan un papel determinante en su accionar cotidiano. Esos valores lo convierten, desde mi punto de vista, en un candidato idóneo para ocupar una curul en el senado.
Guillermo Moreno fue el funcionario de mejor valoración, admiración y respecto, durante el primer gobierno de Leonel Fernández, ocupando la Fiscalía del Distrito Nacional. Sin embargo, el mandatario decidió cancelarlo debido a su lucha contra la corrupción y la impunidad, sin importar militancia política ni la posición social de los involucrados. Fernández decidió pagar el precio político que implicaba destituirlo en momentos en que gozaba de gran prestigio y popularidad dirigiendo la lucha contra la corrupción y los crímenes políticos del pasado reciente. (Pagó un precio muy alto por querer investigar y someter a la justicia al expresidente Joaquín Balaguer)
El Ministerio Público, durante los gobiernos del expresidente Fernández y el Partido de la Liberación Dominicana, nunca fue “independiente”, y, la única vez que intentó serlo, justamente con Guillermo Moreno, como fiscal, lo sustituyó por Francisco Domínguez Brito, dirigente del PLD que mas tarde ocuparía la procuraduría general de la Republica. Después de la “mala” experiencia con Guillermo Morena, siempre nombró a dirigentes, amigos y socios personales, como Mariano Germán, por ejemplo.
Guillermo Moreno será anunciado en las próximas horas candidato a senador en el Distrito Nacional por el PRM, sustituyendo a Faride Raful, a quien yo estaba dispuesto a respaldar nuevamente, pero, según me han informado, ocupará una importante posición en el gobierno en el periodo siguiente, dando como un hecho la reelección del presidente Luís Abinader.
Yo votaré, en las elecciones, tanto de febrero, como de mayo, por los candidatos del Partido Revolucionario Moderno. (¡No le permitiré, como mi voto, que el pasado ominoso vuelva al Palacio Nacional ni al Congreso!) ¡Es una decisión personal, a la que tengo derecho, según la Constitución de la República!
Así las cosas, mi voto en febrero será por Carolina Mejía, para que continúe al frente de la alcandía de Santo Domingo, que muy bien lo ha hecho; en mayo votaré por Guillermo Moreno, para senador, por un candidato a diputado se la circunscripción uno, que probablemente será Vicentico Sánchez Henríquez, a quien conozco desde niño, hijo de Vicente Sánchez Baret y Yadira Henríquez, dos grandes amigos, ahijado de Hipólito Mejía y compañero de estudio de mi hijo Pablo.
Votaré, igualmente, con las dos manos, si es preciso, por Luís Abinader. Creo se ha ganado el derecho a dirigir los destinos del país durante los próximos cuatro años. ¡Sin dudas!
Guillermo Moreno es un buen candidato. Es un hombre del país. Una figura nacional, que, estoy seguro, no irá al Congreso a levantar la mano y votar, sin leer siquiera, por todos los proyectos de leyes que envíe el poder Ejecutivo. Guillermo no será un mequetrefe, ni un pusilánime. ¡El presidente Abinader lo sabe! Pero como un hombre comprometido con los mejores intereses de la nación, tampoco irá al Congreso a tirarle piedras al Ejecutivo. No será un obstáculo para los cambios que de seguro vendrán durante el próximo mandato del presidente Abinader y el PRM.
Guillermo Moreno García, creo, será un senador de la República, comprometido con el país. Un legislador que no aceptará barrilito, cofrecito, exoneraciones y otras dádivas. Irá al Congreso a legislar, no a politiquear.
Algunos amigos me dicen: “Si Guillermo resulta electo senador se declarará independiente al día siguiente”. No me importa, respondo, siempre y cuando sea un senador honesto, que represente a los ciudadanos tanto de la capital como del país, con dignidad, transparencia y honestidad, que no defienda lo indefendible por intereses mezquinos, que apoye al pueblo, no a los que se creen dueños del país.
Lo reitero: votaré por los candidatos del PRM. Guillermo Moreno será el candidato de Alianza País y del partido de Luís Abinader. Por ellos ejerceré mi derecho al sufragio. En febrero por Carolina Mejía. En mayo, por Guillermo, Vicentico y Luís Abinader. Eh ahí mi tripleta ganadora.