Nayib Mikati condena el ataque que cobró la vida de Saleh al Arouri, alto cargo de Hamás, en la capital libanesa
MADRID, 2 de Enero – El primer ministro de Líbano, Nayib Mikati, ha condenado enérgicamente el ataque perpetrado este martes en el sur de Beirut, que resultó en la muerte de Saleh al Arouri, el 'número dos' del brazo político de Hamás. Mikati ha calificado el ataque, llevado a cabo con un dron, como un "crimen israelí", en un contexto en el que se espera una declaración oficial por parte de Israel.
En una declaración transmitida a través de la red social X, Mikati ha expresado su profunda preocupación por este ataque, que describe como "un nuevo crimen israelí que definitivamente busca arrastrar a Líbano a una nueva fase de confrontaciones". Esta declaración surge después de los continuos ataques diarios en el sur del país, que han provocado numerosos mártires y heridos.
El primer ministro libanés ha destacado que este ataque implica directamente a Líbano en un conflicto, a pesar de los esfuerzos del país para mantenerse distante de la campaña israelí en la Franja de Gaza. Mikati ha hecho un llamado urgente a la comunidad internacional para presionar a Israel y detener sus ataques.
Además, Mikati ha criticado a Israel por intentar "exportar sus fracasos" en Gaza a la frontera sur de Líbano, con el objetivo de imponer "nuevas realidades" bélicas. Ha reafirmado el compromiso de Líbano con las resoluciones internacionales respecto a este conflicto.
El ataque con dron sobre las oficinas de Hamás en Mushrifiyá, en los suburbios al sur de Beirut, ha dejado un saldo de al menos seis muertos y varios heridos. Entre las víctimas se encuentra Saleh al Arouri, considerado como el 'número dos' del brazo político de Hamás y uno de los comandantes de las brigadas Al Qassam.
Al Arouri, residente en Líbano desde 2018 y ex prisionero en cárceles israelíes durante doce años, ha sido señalado como responsable de varios ataques contra Israel desde territorio libanés y fue un intermediario clave en la liberación de rehenes tomados por Hamás el pasado 7 de octubre. La muerte de Al Arouri ha exacerbado las tensiones en una región ya marcada por el conflicto.