La Plaza Oasis, primera parada para los visitantes, es un espejo de la riqueza cultural y natural de Pedernales.
Santo Domingo.El puerto de Cabo Rojo en Pedernales, una joya escondida en el sur de la República Dominicana, brilla con nueva luz tras la llegada del Norwegian Pearl, marcando un hito en la industria turística del país. Este puerto, promesa de desarrollo y ventana al mundo, recibió el pasado jueves su primer crucero, un evento que no solo simboliza el potencial turístico de la región, sino también un futuro próspero para sus habitantes.
El acto inaugural, presidido por el mandatario Luis Abinader, junto al ministro de Turismo, David Collado, y Jean Luis Rodriguez, director de APORDOM, no fue sólo un protocolo, sino una declaración de intenciones: Pedernales está listo para brillar. Con más de tres mil pasajeros a bordo, el Norwegian Pearl desembarcó en un muelle de 202 metros, listo para recibir cruceros de gran envergadura.
Abinader, en su discurso, destacó la irreversibilidad del progreso en el sur, pronosticando un cambio radical en la región en las próximas dos décadas. Por su parte, Collado resaltó el esfuerzo conjunto del sector público y privado, y el impacto significativo de la nueva terminal en las cifras del turismo de cruceros, que se espera duplique a 2.2 millones de visitantes en 2023.
El Puerto de Cabo Rojo, administrado por ITM Group, no es sólo un punto de llegada; es un catalizador de desarrollo económico y social. Este proyecto, con una inversión de cerca de 100 millones de dólares, generó 550 empleos directos y más de 1,500 indirectos durante su primera fase, transformándose en un motor de crecimiento para la comunidad local.
La Plaza Oasis, primera parada para los visitantes, es un espejo de la riqueza cultural y natural de Pedernales. En colaboración con Sur Futuro, el Ministerio de Turismo diseñó una ruta cultural que incluye actividades gastronómicas, folclóricas y artesanales, involucrando a más de 350 comunitarios y fortaleciendo el tejido social de la región.
Las excursiones organizadas por ITM Group, que incluyen paseos en bote y aventuras en buggies, ofrecen a los visitantes una inmersión total en la belleza paisajística de la provincia, desde la Laguna de Oviedo hasta la zona de Pelempito. Además, iniciativas de mejora de la imagen turística, como la limpieza de calles y la renovación de fachadas, involucran a la juventud local, fomentando un sentido de pertenencia y orgullo.
El desembarco del Norwegian Pearl no es solo el comienzo de una nueva era para Pedernales y la región Enriquillo; marca el inicio de un capítulo donde República Dominicana se consolida como el principal destino de cruceros en el Caribe. Con la promesa de recibir hasta un millón de cruceristas al año, el Puerto de Cabo Rojo se erige como un faro de esperanza, un sueño hecho realidad para la comunidad pedernalense y un testimonio del potencial inexplorado del turismo en la República Dominicana.