Un estudio revolucionario sugiere que los planetesimales del sistema solar interno se formaron en presencia de agua, desafiando modelos astrofísicos establecidos.
Santo Domingo. En una reciente publicación en la revista Nature Astronomy, investigadores han presentado un estudio que transforma nuestra comprensión del sistema solar primitivo, indicando que los primeros planetesimales, componentes fundamentales de planetas como la Tierra, se formaron en un entorno acuoso. Este hallazgo, que contradice los modelos astrofísicos actuales, se basa en un análisis combinado de meteoritos y modelos termodinámicos desarrollado en el laboratorio de Paul Asimow, reconocido profesor de geología y geoquímica de Caltech.
La investigación reseñada por Europa Press profundiza en la era formativa de nuestro sistema solar, hace unos 4.560 millones de años, cuando se inició la acumulación de pequeños guijarros de polvo en el disco de polvo y gas que rodeaba a nuestro joven Sol. Estos guijarros eventualmente crearon los planetesimales de tamaño kilométrico, precursores de los planetas interiores.
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Los meteoritos de hierro, restos de los núcleos metálicos de los primeros planetesimales, proporcionan muestras cruciales de este periodo primordial. Aunque estos meteoritos carecen de agua en su estado actual, los científicos pueden inferir la presencia anterior de agua observando su impacto en otros elementos, como el hierro. Esta técnica implica examinar las proporciones de níquel, cobalto y hierro en los meteoritos, ya que cualquier deficiencia de hierro sugeriría su oxidación en presencia de agua.
El estudio reveló que los meteoritos del sistema solar interno y externo tenían cantidades similares de hierro metálico 'faltante', lo que sugiere que ambos tipos de planetesimales se formaron en regiones con agua. Esto plantea preguntas sobre los modelos actuales del sistema solar, ya que si los planetesimales se formaron en la posición orbital actual de la Tierra, implica que el sistema solar interior era mucho más frío de lo previsto. Alternativamente, podrían haberse formado más lejos en el sistema solar y luego haber migrado hacia adentro.
Damanveer Grewal, ex becario postdoctoral de Caltech y principal autor del estudio, resalta la posibilidad de que junto con el agua, otros elementos vitales como el carbono y el nitrógeno estuvieran presentes desde el inicio en la formación de los planetas rocosos. Sin embargo, Paul Asimow advierte que el método utilizado solo detecta el agua involucrada en la oxidación del hierro, sin ser sensible al exceso de agua que podría haber formado los océanos. Por ende, este descubrimiento es compatible con los modelos que sugieren la adición posterior de más material rico en agua en la formación de la Tierra.