El uso de suplementos alimenticios para la memoria y concentración en América Latina y España.
Un 25 % de los adultos mayores de 50 años recurren a suplementos alimenticios con el objetivo de potenciar su salud cerebral, específicamente, para mejorar la memoria y aumentar la atención y la concentración. Según una encuesta reciente realizada por la Harvard Medical School, estos datos reflejan una tendencia creciente en la búsqueda de soluciones para mantener un rendimiento cognitivo óptimo en la edad madura.
América Latina no está ajena a esta tendencia, ya que en 2021 representó el 7% del consumo mundial de estos productos, según la Alianza Latinoamericana de Nutrición Responsable (Alanur). Países como Brasil, Perú, Colombia y Chile tienen más del 40% de su población utilizando estos suplementos. Además, la Asociación Nacional de Industriales (Andi) y su Cámara de la Industria Farmacéutica informan que el 45% de los colombianos ha consumido o consume productos alimenticios complementarios en algún momento de sus vidas, contribuyendo a un mercado que alcanzó los US$4.765 millones en América Latina en 2020.
En España, una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en 2021 reveló que el 40% de los españoles de 18 a 74 años recurren a suplementos alimenticios, y una cuarta parte de ellos lo hace sin asesoramiento profesional. De este grupo, el 20% busca mejorar la memoria, aunque también hay quienes los consumen ocasionalmente debido al estrés o en momentos de alta exigencia intelectual, como los exámenes. Cabe destacar que las mujeres son las que más recurren a estos complementos alimenticios, según los datos de la OCU.
Sin embargo, surge una pregunta importante: ¿son realmente eficaces estos suplementos? María José Alonso Osorio, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), aclara que una dieta equilibrada proporciona los nutrientes esenciales para el cerebro. No obstante, en situaciones de alimentación deficiente, estrés o dificultades de absorción de nutrientes, estos suplementos pueden tener beneficios concretos, como la mejora de la memoria y la concentración. No obstante, Alonso enfatiza que las personas sanas con una alimentación adecuada no experimentarán mejoras cognitivas significativas al consumir estos productos.
Es importante señalar que la calidad de los suplementos es fundamental. Algunos están respaldados por investigaciones científicas y contienen dosis adecuadas de nutrientes, mientras que otros pueden ser ineficaces o incluso perjudiciales debido a dosificaciones incorrectas. Por lo tanto, se recomienda cautela al elegir suplementos para la salud cerebral.
Una buena alimentación para el cerebro incluye alimentos como pescado azul rico en ácidos grasos omega-3, frutos secos, frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y aceite de oliva, mientras que se deben limitar las grasas saturadas y el alcohol. Estudios respaldan que una dieta mediterránea contribuye a una mejor cognición.
En resumen, los suplementos alimenticios pueden ser una opción para mejorar la salud cerebral en situaciones específicas, pero no son una solución universal. Mantener una dieta equilibrada y consultar a un profesional de la salud antes d