Green, CEO de deVere Group, alerta sobre las consecuencias económicas globales de las interrupciones en una ruta marítima clave
Los recientes ataques en el Mar Rojo, una ruta marítima crucial para el comercio mundial, podrían desencadenar una segunda ola de inflación en 2024, advierte el CEO de deVere Group, una de las mayores organizaciones independientes de asesoría financiera y gestión de activos del mundo.
La seria advertencia de Nigel Green, CEO de deVere Group, surge en un contexto donde las fuerzas del Reino Unido y Estados Unidos lanzaron un ataque contra objetivos hutíes en Yemen después de que el grupo respaldado por Irán desafiara una advertencia de dejar de atacar barcos en el Mar Rojo.
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Green comenta: "Los recientes ataques a barcos que navegan por esta ruta crítica han aumentado los temores de interrupciones en la cadena de suministro global. Estas interrupciones podrían llevar a retrasos, aumento en los costos de envío y posibles escaseces de bienes, impactando economías en todo el mundo.
El CEO de deVere continúa: "La interrupción del comercio global en el Mar Rojo genera preocupaciones sobre posibles presiones inflacionarias. Las interrupciones en la cadena de suministro suelen conducir a mayores costos de transporte, producción y distribución, que finalmente pueden repercutir en los consumidores.
"Si estas interrupciones persisten, podrían potencialmente desencadenar una segunda ola de inflación este año, lo cual podría plantear desafíos para los bancos centrales y los responsables de políticas a nivel mundial."
Los ataques prolongados en el Mar Rojo probablemente interrumpirán la cadena de suministro al retrasar el transporte de bienes, llevando a escaseces. "A medida que la demanda supera la oferta, los precios pueden subir, contribuyendo a la inflación. Las industrias que dependen en gran medida de sistemas de inventario justo a tiempo pueden ser particularmente vulnerables a dichas interrupciones," señala Nigel Green.
Además, la incertidumbre en torno al comercio global puede contribuir al aumento de los precios de las materias primas, como el petróleo. "Los mayores costos energéticos pueden propagarse a través de la cadena de suministro, afectando a varias industrias y añadiendo presiones inflacionarias. Este escenario podría replicar los choques petroleros del pasado, llevando a consecuencias económicas más amplias."
La reciente crisis en el Mar Rojo también destaca las tensiones geopolíticas, que pueden exacerbar aún más las preocupaciones inflacionarias. Los inversores a menudo buscan activos refugio como el oro y los bonos durante períodos de incertidumbre geopolítica, impactando sus precios. "Este cambio en el comportamiento de los inversores podría tener efectos indirectos en la dinámica de la inflación."
Ante las posibles presiones inflacionarias derivadas de las interrupciones a largo plazo en el Mar Rojo, los inversores globales podrían descubrir que las estrategias de asignación de carteras deben ser reevaluadas para navegar las incertidumbres asociadas con las tensiones geopolíticas, las interrupciones en la cadena de suministro y el impacto económico más amplio.
La diversificación sigue siendo un pilar de la gestión efectiva de carteras. Los inversores pueden considerar diversificarse en diferentes clases de activos para mitigar los riesgos asociados con regiones o sectores específicos afectados por las interrupciones en el Mar Rojo. La asignación a una mezcla de acciones, bonos e inversiones alternativas puede proporcionar una cartera más equilibrada y resistente.
"Los recientes ataques en el Mar Rojo han inyectado más incertidumbre en el panorama económico, provocando temores de una segunda oleada de inflación global si persisten las interrupciones," concluye Nigel Green.