Investigadores alertan sobre la posibilidad de brotes de enfermedades desconocidas desde el permafrost Ártico
Martes 23 de enero del 2024.-Un grupo de científicos destaca el peligro potencial de virus que han permanecido congelados en el permafrost del Ártico durante miles de años y podrían ser liberados debido al calentamiento global. Advierten que este fenómeno podría dar lugar a brotes de enfermedades desconocidas, planteando preocupaciones para la salud pública.
El permafrost, que abarca una quinta parte de la superficie del hemisferio norte, conserva suelo a temperaturas cercanas a cero grados centígrados durante largos períodos, incluso por cientos de miles de años, recuerda un texto de ActualidadRT.
Científicos, como Jean-Michel Claverie de la Universidad de Aix-Marsella, señalan que esas condiciones son ideales para preservar material biológico, comparando el permafrost con un refrigerador natural capaz de mantener la integridad de organismos durante milenios.
Sin embargo, el cambio climático ha llevado al deshielo de las capas superiores de permafrost en regiones como Canadá, Alaska y Siberia, afectando al Ártico de manera significativa.
Según estimaciones, el calentamiento en dichas regiones se está produciendo cuatro veces más rápido que en el resto del planeta.
El aumento de la actividad petrolera y minera en el Ártico podría liberar grandes cantidades de antiguos virus que aún no han impactado a nuestra especie.
Los científicos advierten que el riesgo no solo proviene del deshielo del permafrost, sino también de la desaparición del hielo marino del Ártico. Esto, a su vez, impulsa actividades como el transporte marítimo, el tráfico y el desarrollo industrial en Siberia, lo que podría exponer grandes cantidades de patógenos.
Especialmente preocupante es la posibilidad de que futuras operaciones, como la extracción de petróleo y minerales, puedan liberar virus antiguos que podrían tener consecuencias catastróficas si los humanos entran en contacto con ellos.
La viróloga Marion Koopmans del Centro Médico Erasmus de Rotterdam destaca la posibilidad de que el permafrost contenga enfermedades de ancestros humanos o incluso 'virus zombi', inéditos hasta ahora.
Ante esta amenaza, los científicos instan a la creación de instalaciones de cuarentena para identificar y tratar rápidamente los primeros casos de enfermedades derivadas de estos virus, evitando así su propagación a otras regiones.
Jean-Michel Claverie enfatiza la importancia de la preparación ante esta amenaza tangible, destacando la necesidad de actuar de manera proactiva.