Sabemos que el Estado tendrá que hacer fuertes inversiones para acondicionar las unidades públicas de atención primaria.
Por Arismendi Diaz Santana
Presidente Luis Abinader, es posible eficientizar los recursos para establecer el primer nivel de atención basado en la estrategia de atención primaria. Además, también es posible aplicar la gradualidad para reducir las inversiones y la resistencia al cambio
Ante una pregunta oportuna del periodista Wilson Gómez, el presidente Luis Abinader reiteró su deseo de impulsar la estrategia de atención primaria desde el primer nivel de atención. “Hemos avanzado en mayor cobertura, pero no lo suficiente, hay muchas cosas que en la Ley que se pueden mejorar, y se puede eficientizar”.
“Lo que se necesitan son recursos para empezar también con la Atención Primaria”. Ahora, tenemos que aumentar el per cápita. Estamos hablando de poco menos de 20 mil millones de pesos. Y tenemos que ponernos de acuerdo de dónde vamos a obtener esos recursos”, concluyó.
La Fundación Seguridad Social Para Todos (FSSPT) ve con simpatía la franqueza del presidente Abinader al señalar claramente que la ampliación de la cobertura no ha sido lo suficiente y la necesidad de mejorar los servicios a la población. Y, además, por plantear que el reto es identificar los recursos para iniciar la atención primaria de salud.
Estudios de la antigua Secretaría de Estado de Salud Pública revelan la existencia de nóminas supernumerarias, e improductivas que consumen una buena parte de los limitados recursos públicos del sector. Esos informes indican que la asistencia promedio a los hospitales públicos equivale al 43% de una jornada diaria de por sí muy limitada.
La Fundación Seguridad Social Para Todos (FSSPT) ve con simpatía la franqueza del presidente Abinader al señalar claramente que la ampliación de la cobertura no ha sido lo suficiente y la necesidad de mejorar los servicios a la población.
De ello se desprenden cuatro conclusiones: 1) que la mitad de los recursos humanos son más que suficientes para brindar la atención médica que actualmente recibe la población; 2) que es posible duplicar los servicios si todos trabajaran; 3) que ese dispendio inaceptable reduce significativamente la entrega de servicios oportunos y de calidad a las familias más pobres y vulnerables; y 4) que es impostergable iniciar el desmonte gradual de esta distorsión.
No necesariamente se trata de gastar más, sino de elevar la eficiencia del gasto
Muy de acuerdo con usted señor presidente: se puede eficientizar. Porque tenemos un sistema público muy costoso e ineficiente. Tan ineficiente que, a pesar de contar con un 98% de cobertura nominal, mantiene una alta tasa de mortalidad materno-infantil y un creciente gasto de bolsillo multimillonario que ronda el 45% del gasto nacional de salud.
Nuestra Fundación, basada en las estadísticas oficiales, demostró que en el 2022 los 36,339,291 de servicios que produjo el Servicio Nacional de Salud (SNS) equivalen a solo unos 16,635.1 millones de pesos, calculados al precio promedio pagado por las Administradoras de Riesgos de Salud (ARS), incluyendo al SENASA. Un monto apenas la cuarta parte del presupuesto del SNS de ese año.
Sabemos que el Estado tendrá que hacer fuertes inversiones para acondicionar las unidades públicas de atención primaria. Pero aquí también opera la gradualidad. Es posible programar las inversiones iniciando por las regiones más deprimidas y pobres para elevar la atención gratuita y minimizar el gasto de bolsillo.
Es posible programar las inversiones iniciando por las regiones más deprimidas y pobres para elevar la atención gratuita y minimizar el gasto de bolsillo.
La buena noticia es que, en sentido general, no se necesitan más recursos para iniciar la atención primaria en el Régimen Contributivo. Basta con reordenar las prioridades y reasignar las partidas entre los tres niveles de atención. Además, porque es posible priorizar los servicios a más de tres millones de hipertensos, diabéticos y obesos que todavía no lo saben*.
Del total de los pagos realizados a las Prestadoras de Servicios de Salud (PSS), entre el 2015 y el 2019 sólo el 4.3% corresponde al primer nivel de atención. a consecuencia del carácter puramente curativo de un modelo de atención con 60 años de vigencia y sin cambios estructurales. La recomendación de la OMS es el 30%.
Las experiencias internacionales y los planes piloto de aquí demuestran, fuera de toda duda razonable, que la implantación del PNA basado en la estrategia de APS elevaría notablemente la eficacia (mayor salud, menos mortalidad prevenible), reduciendo al mismo tiempo el costo de la prestación de los servicios.
En síntesis, una promoción y prevención adecuadas elevan la eficiencia general, permitiendo: 1) extender los años de vida saludables; 2) agregar más servicios reclamados por la población; 3) elevar las tarifas y honorarios de la atención especializada; y 4) reducir gradualmente los copagos.
Señor presidente Luis Abinader, usted tiene la razón, es posible eficientizar los recursos para establecer el primer nivel de atención basado en la estrategia de atención primaria. Además, es posible aplicar la gradualidad para reducir las inversiones y la resistencia al cambio. Hagamos de este 2024 el año del inicio de la APS y del PNA.