Protestas y violencia se desatan tras el término del mandato presidencial del asesinado presidente Jovenal Moise.
Santo Domingo, República Dominicana. – La situación en Haití se ha deteriorado considerablemente desde el 7 de febrero, cuando concluyó el período gubernamental iniciado por el presidente asesinado Jovenal Moise. Ariel Henry, actual primer ministro, se enfrenta a una creciente presión por parte de opositores que demandan su dimisión. La nación caribeña se ve sacudida por movilizaciones, saqueos y enfrentamientos armados, destacando la compleja situación que impera en la isla compartida con la República Dominicana.
Informes provenientes de Haití indican que el miércoles 7 de febrero de 2024, cinco agentes de la Brigada de Seguridad de Áreas Protegidas (Bsap) perdieron la vida en un enfrentamiento en Laboule, Pétionville, a manos de la Policía Nacional de Haití (Pnh). Otros tres miembros del Bsap fueron detenidos por las autoridades, en medio de protestas antigubernamentales, según reportes de la agencia en línea AlterPresse.
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La Policía confiscó un vehículo en el que se encontraban los agentes del Bsap ahora retenidos en la comisaría de Pétionville. El ambiente es más sombrío luego de una declaración, la Asociación Militar de Haití en la que advierte al gobierno de facto de Ariel Henry sobre el riesgo de un conflicto fratricida entre el Bsap, la Policia Nacional Haitiana, las Fuerzas Armadas de Haití (Fad’h), bandas y posibles mercenarios.
La Asociación Militar de Haití insta a Ariel Henry a "abordar esta situación con urgencia, primero para prevenir un conflicto, el cual podría ser devastador, y luego para asegurar la pronta transferencia del Bsap bajo el mando del Fad’h".
En las últimas semanas, las manifestaciones contra el gobierno de facto de Ariel Henry se han intensificado en todo el país, con acusaciones de ilegitimidad e incapacidad para gobernar. Los actos de delincuencia y secuestro han alcanzado niveles alarmantes desde que Ariel Henry asumió el liderazgo político en Haití en julio de 2021, tras una intervención de la comunidad internacional.
El miércoles 7 de febrero de 2024, en Delmas y Pétionville, la policía dispersó con violencia manifestaciones callejeras que exigían la renuncia del primer ministro de facto, utilizando gases lacrimógenos y enfrentamientos que dejaron numerosos heridos. Barricadas en llamas bloqueaban calles principales de la capital y otras ciudades, incluyendo Delmas y Pétionville, donde se registraron múltiples explosiones.
Las protestas se extendieron por varias ciudades, incluyendo Jérémie, Juana Méndez, Les Cayes, Cap-Haïtien, Gonaïves, Saint-Marc, Hinche, Port de Paix y Miragoane, con incidentes de violencia y saqueos en diferentes puntos del país.
La situación ha llevado a la clausura de servicios consulares y de visados, anunciada por las embajadas de Francia y Canadá en Haití el 7 de febrero de 2024. La empresa de telecomunicaciones Digicel también ha enfrentado dificultades para mantener sus operaciones debido a la inestabilidad, solicitando el apoyo de las comunidades para garantizar la continuidad de los servicios.
