Kaupo Rosin, director del servicio de inteligencia estonio, ha mencionado que la implementación de contramedidas efectivas que fortalezcan las fuerzas armadas.
Desde Tallín, la capital de Estonia, el servicio de inteligencia ha emitido una advertencia este martes, señalando que Rusia está en proceso de preparación para un enfrentamiento militar con las naciones occidentales en la próxima década. La prevención temprana y contención han sido identificadas como prioridades clave en este momento crítico.
Kaupo Rosin, director del servicio de inteligencia estonio, ha mencionado que la implementación de contramedidas efectivas que fortalezcan las fuerzas armadas podría disuadir a Moscú. Ha enfatizado que la misión principal de la inteligencia es evitar sorpresas desagradables en el ámbito militar.
Rosin ha recordado la situación en Ucrania como un ejemplo de la falta de medidas preventivas adecuadas. Basándose en los planes de Rusia de aumentar significativamente el número de sus tropas en la frontera con países de la OTAN como Finlandia, Estonia, Lituania y Letonia, ha interpretado estos movimientos como una señal de una confrontación prolongada elegida por Rusia. Según Rosin, el Kremlin podría estar anticipando un conflicto con la OTAN en la próxima década, aunque ve improbable un ataque militar directo a Estonia en el futuro próximo.
En respuesta a la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, Estonia y otros países bálticos han incrementado su gasto militar más allá del 2% de su PIB. En un desarrollo reciente, las autoridades rusas han incluido a la primera ministra estonia, Kaja Kallas, en su lista de personas buscadas en relación con un caso judicial abierto en su contra, aunque no se han proporcionado más detalles al respecto.