Enemigos gratuitos denuestan al pueblo, olvidando a ‘Los Trinitarios’ y sus cantos revolucionarios y reformadores.
Algunos pocos insisten en llamarnos racistas, desubicados y hasta anti-ecologistas. Sin eso ser verdad.
Persisten en sus errores, pues dicen y escriben a diarioque los dominicanos siendo negros o ‘indios’, rechazan alos negros y ‘claros’ del vecino Haití.
Lo mismo dicen los ‘hermanos’ del gran ‘Imperio’, al quetanto critican hoy día.
Esos afanosos hermanos acusan a la mayoría de nuestra población de ser muy nacionalista, cual si esa osadía fuera un pecado.
Enemigos gratuitos denuestan al pueblo, olvidando a ‘Los Trinitarios’ y sus cantos revolucionarios y reformadores, que para 1844 deseaban, se reunían, luchaban e hicieron posible nuestra ‘separación’ de Haití.
Pueblo pobre, humilde y guapo que a toda adversidad le ha dado el frente, en busca de su independencia de negros, blancos o intendentes.
Como ha ocurrido antes y en muchos lugares del planeta, algunos anticristianos en poses de cristianos se unen hoy a poderosos blancos, aunque con bonos en sus grandes bancos, logias y clubes.
Está probado que en Quisqueya la bella el negro gusta de blancas, y el blanco de negras e ‘indias’ en noches o en mañanas inciertas.
Que muy a pesar de críticas irracionales, aquí somos solidarios ante el dolor ajeno, ante la presencia de turistas de todo el mundo y con los vecinos a diario.
Que si nuestras deudas crecen es por ayudar al vecino con equipos, medicinas, cemento, varillas y hasta huevos, maltas, sardinas y arroz, algunos vendidos a precios justos y otros obsequiados. Olvidando lo hace tiempo sucedido, es decir entre 1822 y 1844 y un poquito más.
Los haitianos son negros y orgullosos, y a los franceses expulsaron en 1804 al declarar su independencia,recibiendo el reconocimiento de gran parte de América, incluyendo el de nuestros ‘Trinitarios’.
Por color nunca nos enemistamos antes ni ahora, por lo que decir que somos hoy racistas es una simple mentira.
Elevo hoy al Duarte y Patricio, quien hasta elogió al Haití,aunque ahora algunos gentilicios olviden o prediquen que no fue así.
Cual buenos dominicanos y seres llenos de fe, al haitiano comprendemos aun sin probar su café.
Y en espera de que ellos solucionen sus muchos y graves problemas sociales, económicos y políticos, aspiro a que nosotros mantengamos la prudencia, el respeto por lalibertad, recordando a Dios y a la Patria que nos vio nacer, como bien lo quisieran los grandes humanistas de nuestra época actual.
Espero que este predicamento valga algo ‘en el día del amor y la amistad’, donde cada quien tiene el derecho a enviar flores a seres queridos y apreciados, sin que el color de las mismas sugiera un absurdo racismo en nuestro país.
Porque para los gustos, se hicieron los colores y sabores.
14 de febrero de 2024.