Ciudadanos se movilizan en Moscú y San Petersburgo en respuesta a la muerte del opositor bajo custodia
Manifestantes han tomado las calles de Rusia, especialmente en Moscú y San Petersburgo, para expresar su descontento tras la confirmación de la muerte de Alexei Navalni, destacado opositor ruso, quien se encontraba cumpliendo una condena de aproximadamente 30 años por cargos de extremismo y fraude. La noticia, divulgada por la ONG OVD-Info a través de X (anteriormente Twitter), ha provocado una ola de protestas en varias ciudades.
Una de las detenciones reportadas incluye a una mujer en el centro de Moscú, quien fue arrestada por portar un cartel anunciando el fallecimiento de Navalni. Además, la periodista Yulia Petrova, del canal RusNews, fue detenida mientras cubría las protestas en vivo desde Moscú, según informes de SotaVision en Telegram.
Los manifestantes también han rendido homenaje a Navalni depositando flores en el Muro del Dolor y en la Piedra Solovetski, monumentos en Moscú y San Petersburgo que recuerdan a las víctimas de la represión política.
La Fiscalía de Moscú ha advertido sobre las consecuencias legales de organizar o participar en manifestaciones no autorizadas, destacando que tales acciones constituyen una infracción administrativa y pueden resultar en arresto.
El Servicio Penitenciario Federal confirmó la muerte de Navalni tras desmayarse, generando reacciones de consternación entre líderes internacionales y dudas entre familiares y opositores, quienes cuestionan la veracidad de los informes oficiales rusos sobre las circunstancias de su fallecimiento.
Biden reacciona y culpa a Putin.
En tanto que en Estados Unidos, el presidente Joe Biden, ha responsabilizado a su homólogo ruso, Vladimir Putin, de la muerte del opositor Alexei Navalni, quien se encontraba cumpliendo una pena de 30 años de prisión en una cárcel en el ártico ruso por delitos de extremismo y fraude.
"Putin no sólo ataca a ciudadanos de otros países, como hemos visto con lo que está sucediendo en Ucrania; también inflige crímenes terribles a su propio pueblo", ha dicho el jefe de la Casa Blanca, elogiando la figura del opositor ruso, que incluso estando preso, ha ensalzado, "fue una voz poderosa a favor de la verdad".
"Podría haber vivido seguro en el exilio después del intento de asesinato que sufrió en 2020. En cambio, regresó a Rusia, sabiendo que probablemente lo encarcelarían y tal vez lo matarían si continuaba con su trabajo. Pero lo hizo de todos modos. Porque creía profundamente en su país, en Rusia", ha destacado.
Anteriormente, el primero en reacción en Washington había sido el secretario de Estado, Antony Blinken, quien también ha señalado directamente a Rusia de estar detrás esta muerte.