Especialistas señalan que la eficiencia agrícola de Brasil y resistencias europeas complican un pacto que lleva 25 años en negociación
Jueves, 22 de febrero de 2024.-La viabilidad de un acuerdo de libre comercio entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE) se ve amenazada por la destacada competitividad de la agricultura brasileña, según señalan expertos en comercio y el sector agrícola.
José Augusto de Castro, presidente ejecutivo de la Asociación de Comercio Exterior de Brasil (AEB), destaca que la eficiencia en la producción agrícola diversificada de Brasil se ha convertido en el principal obstáculo para el acuerdo que lleva más de dos décadas en negociación.
A pesar de los esfuerzos de ambas partes, las recientes protestas de agricultores europeos intensifican las dificultades. La demanda de protección a la producción, garantía de precios y mejores ingresos ha desencadenado una serie de medidas por parte de la Comisión Europea, como la suspensión de metas de reducción de emisiones agrícolas y cambios legislativos para flexibilizar las restricciones en el uso de pesticidas y la expansión de cultivos en áreas de protección ambiental.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha expresado su rechazo al acuerdo, siguiendo la postura de agricultores europeos que exigen medidas más rigurosas para salvaguardar su producción.
En España, las "tractoradas" y manifestaciones agrícolas han llevado al compromiso del gobierno de luchar en Bruselas por reducir la burocracia de la Política Agrícola Común (PAC) y establecer una "cláusula espejo" que iguale las normas para productos extranjeros que ingresan a la UE.
José Augusto de Castro sostiene que solo un cambio en la postura proteccionista europea podría salvar el acuerdo. Las tensiones también incluyen agravantes coyunturales, como la liberación de importaciones desde Ucrania, generando competencia con productos agrícolas europeos. Las preocupaciones sobre la deforestación en la producción brasileña, especialmente en la Amazonia, y el uso de agroquímicos son puntos de disputa recurrentes.
En medio de estas tensiones, países agrícolamente importantes como Francia e Irlanda temen la competencia de Brasil y otros miembros del Mercosur. El contexto agrícola ha evolucionado desde la década de los 60, cuando Brasil exportaba principalmente azúcar y café.
La transformación en la producción, con la inclusión de cultivos como la soja en los años 70, ha llevado a una eficiencia agrícola notable, pero también ha intensificado las disputas comerciales con la UE.
Transformación Agrícola en Brasil: Desafíos hacia la Competitividad Global
El auge agrícola en Brasil, marcado por el extraordinario crecimiento en la producción y exportación de productos primarios como soja, petróleo y mineral de hierro, inició en el comienzo del siglo XXI. Bajo la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), el país experimentó un notable cambio al reducir significativamente la pobreza y el hambre, especialmente gracias a la expansión del sector agrícola.
La agricultura brasileña ha mantenido una expansión constante en las últimas cuatro décadas, pasando de 38 millones de toneladas de granos en 1975 a 322 millones en 2023. Actualmente, Brasil se erige como el principal productor y exportador de soja, un cultivo que apenas era reconocido hace 50 años y que alcanzó las 154 millones de toneladas cosechadas en 2023, consolidándose como el pilar agrícola del país desde la década de los 90.
La expansión agrícola brasileña desde principios del siglo XXI ha impulsado la economía, pero los obstáculos y las tensiones con la Unión Europea plantean preguntas sobre el futuro
Este auge ha impulsado la economía, siendo la agricultura responsable de casi la mitad de las exportaciones brasileñas. El superávit comercial del agronegocio, que exportó 165 000 millones de dólares en 2023 e importó solo 16 500 millones de dólares, contrasta con el déficit de 108 000 millones de dólares en la industria de transformación durante el mismo período.
La competitividad agrícola de Brasil se atribuye a la naturaleza del país y a fuertes inversiones en investigación científica, lideradas por la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), fundada en 1973.
Arno Gleisner, director de comercio exterior de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Brasil (Cisbra), destaca la capacidad de Embrapa para adaptar cultivos a climas tropicales, como la soja, trigo y otros, mejorando significativamente la productividad.
Indica que la ventaja de Brasil también radica en su capacidad para realizar dos o incluso tres cosechas al año en la misma tierra, gracias al clima tropical y al régimen de lluvias. Este enfoque, junto con la expansión de cultivos como maíz y algodón, ha posicionado a Brasil como un competidor agrícola global destacado.
Las resistencias al acuerdo comercial Mercosur-UE plantean desafíos significativos
Mientras algunos expertos, como Arno Gleisner, ven posibilidad de reanudar las negociaciones, la oposición de agricultores europeos y la preocupación ambiental generan incertidumbre sobre el futuro del pacto.
La industria brasileña también enfrenta desafíos para competir globalmente, destacando la necesidad de abordar el "costo Brasil", que incluye altos tributos, costos energéticos y una infraestructura precaria.
A pesar de estos desafíos, el desarrollo agrícola continuará, impulsado por la ciencia, tecnología y la mecanización. Las elecciones para el Parlamento Europeo en junio serán un factor clave, pero el acuerdo Mercosur-UE aún mantiene cierta esperanza según algunos analistas.
En un contexto donde el auge agrícola ha sido crucial para el progreso económico, Brasil busca equilibrar el crecimiento con la sostenibilidad y las demandas del comercio internacional.
Lea el artículo completo de la autoría de Mario Osava en: https://ipsnoticias.net/2024/02/el-auge-agricola-brasileno-impide-acuerdo-mercosur-union-europea/