Estudio respaldado por la revista brasileña FAPESP revela mejoras en la salud cardiovascular y metabólica de jóvenes con obesidad.
Por Maria Fernanda Ziegler | Agência FAPESP
Un estudio respaldado por la FAPESP ha demostrado que un tratamiento semiintensivo, que combina asesoría clínica, nutricional y psicológica, junto con ejercicios físicos, ha generado resultados positivos en 22 adolescentes con obesidad. Además de perder peso, estos jóvenes vieron una disminución en los marcadores de inflamación y enfermedades cardiovasculares en sus análisis de sangre.
Publicados en el International Journal of Environmental Research and Public Health, los resultados son prometedores en la lucha contra la obesidad en adolescentes, destacando una reducción en la resistencia a la insulina y la grasa visceral, así como un mejor control del balance energético, factores cruciales para mejorar la salud y prevenir el "efecto yoyó" de las dietas.
La Dra. Ana Raimunda Dâmaso, docente de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp), explicó que este nuevo modelo de tratamiento es menos intensivo que los anteriores pero igualmente efectivo, lo que lo hace más accesible y económico para implementarlo en el Sistema Único de Salud (SUS) de Brasil.
La diferencia clave entre este modelo y los anteriores radica en la reducción de la cantidad de consultas y seguimientos, permitiendo a los adolescentes realizar ejercicios en casa en lugar de acudir a la universidad tres veces por semana. Además, las orientaciones nutricionales grupales se llevaron a cabo quincenalmente en lugar de semanalmente, mientras que el apoyo psicológico se realizó en encuentros quincenales en grupo en lugar de sesiones semanales individuales y grupales.
Los resultados mostraron una mejora significativa en los niveles de leptina y adiponectina, dos hormonas relacionadas con la obesidad y la inflamación. Esto sugiere una reducción en el riesgo cardiovascular y metabólico para los adolescentes tratados.
El estudio destaca la importancia de abordar la obesidad en la adolescencia para prevenir enfermedades metabólicas y cardiovasculares en la edad adulta, subrayando la necesidad de intervenciones tempranas y multidisciplinarias para mejorar la salud a largo plazo.
Referencia original del estudio: Enlace al artículo