Es reconocida por primera vez como órgano vital independiente en guías internacionales
Miércoles, 28 de febrero de 2024.-Las últimas directrices internacionales para la cirugía aórtica han marcado un hito al reconocer a la arteria aorta como un órgano equiparable al corazón, pulmones o cerebro. Esta determinación ha sido alcanzada por la comisión, copresidida por el Centro Médico de la Universidad de Friburgo en Alemania, estableciendo nuevas pautas para la atención médica de la aorta.
Las guías recomiendan la creación de una especialidad independiente para el tratamiento de la arteria aorta, trabajando en estrecha colaboración con otras especialidades. Este enfoque, ya implementado en el Centro Médico-Universidad de Friburgo, ahora recibe reconocimiento internacional, según Martin Czerny, director médico del Departamento de Cirugía Cardiovascular del Centro Universitario del Corazón de este centro médico alemán.
Czerny expresa su satisfacción al afirmar que este reconocimiento global "mejorará el tratamiento de los pacientes con rotura aórtica y otras enfermedades graves". Además de influir en la formación de especialistas y en los estudios médicos, estas directrices marcan un avance significativo al equiparar la aorta a órganos vitales, recoge Europa Press.
Hasta ahora, las enfermedades aórticas solían ser tratadas en cirugía cardiaca o en cirugía vascular, dependiendo de su tipo y ubicación. Las nuevas directrices, bajo la codirección de Czerny y con la participación de expertos nacionales e internacionales, proponen un enfoque más holístico para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades aórticas, como el aneurisma aórtico.
Las guías recomiendan la creación de una especialidad independiente para el tratamiento de la arteria aorta, trabajando en estrecha colaboración con otras especialidades.
La aorta, responsable de transportar sangre oxigenada desde el corazón al cuerpo, desempeña un papel crucial en la regulación de la presión arterial y la velocidad del flujo sanguíneo. Además, participa en la producción de hormonas y tiene su propia capa de células musculares lisas que contribuyen a mantener su estructura y función.
Las guías detallan el procedimiento para diagnosticar y tratar enfermedades de la aorta, destacando el riesgo de rotura aguda en casos de aneurismas. Según Czerny, el seguimiento cuidadoso es esencial, ya que los afectados a menudo experimentan cambios peligrosos en la aorta con el tiempo.
Este reconocimiento de la aorta como órgano vital respalda no solo el diagnóstico y tratamiento más efectivos, sino que también proporciona una base para investigaciones y procedimientos más avanzados. La Universidad de Friburgo destaca un caso de éxito de un paciente que, gracias a un diagnóstico temprano y una intervención quirúrgica oportuna, ha logrado superar la amenaza de una rotura aórtica.
Estas directrices consolidan la posición destacada del Centro Médico de la Universidad de Friburgo en la medicina cardiovascular y subrayan la relevancia de la investigación y el enfoque integral en la atención a las enfermedades aórticas. Con el reconocimiento internacional de la aorta como un órgano vital, se espera una mejora significativa en la atención médica y la calidad de vida de los pacientes afectados.