El líder de banda Jimmy Chérisier busca derrocar a Ariel Henry en un escenario de violencia y caos en Puerto Príncipe.
SANTO DOMINGO, 2 Mar. (EUROPA PRESS) – En un clima de creciente tensión y violencia, Haití enfrenta un nuevo capítulo de inestabilidad. Jimmy Chérisier, conocido como 'Barbecue', líder de una de las bandas criminales más temidas del país, ha declarado abiertamente su intención de derrocar al primer ministro Ariel Henry. Este anuncio marca el inicio de lo que Chérisier denomina una "revolución", liderada por una coalición de grupos delictivos bajo el nombre de Viv Ansanm (Vivir Juntos).
La capital, Puerto Príncipe, ha sido testigo de un repunte de violencia, con barricadas y hogueras iluminando las calles en respuesta a un ataque que se cobró la vida de cuatro oficiales de policía en el distrito de Bon Repo. Los agentes fallecidos han sido identificados como Marion Junior, inspector jefe; Pierre Luciana, Jean Baptiste Guilliamson y Pautrace Resule. Este incidente ha exacerbado el ya volátil ambiente de inseguridad que asola la nación caribeña.
Durante una rueda de prensa improvisada, Chérisier amplió su lista de objetivos, incluyendo al ministro de Planificación, Ricard Pierre, y al comandante de la Policía Nacional, Frantz Elbé. "Anunciamos la formación de la coalición Viv Ansanm. Nuestro primer objetivo es derrocar al primer ministro y su gobierno", afirmó el líder de la banda, declarando así una búsqueda activa de ministros y del director general de la Policía Nacional de Haití.
El líder criminal ha prometido liberar al pueblo haitiano utilizando las armas y ha destacado la unión de los grupos armados a lo largo del país, desde las provincias hasta Puerto Príncipe, como nunca antes.
Este anuncio surge en un momento crítico para Haití, coincidiendo con la ratificación de un acuerdo entre Kenia y Haití en Nairobi. Este acuerdo contempla el envío de mil efectivos de las fuerzas de seguridad kenianas a Haití como parte de un esfuerzo multinacional, respaldado por Naciones Unidas, para restablecer el orden y la seguridad en la nación. A este compromiso se suman otros países como Benin, Chad, Bangladesh, Barbados y Bahamas, demostrando un apoyo internacional ante la crisis haitiana.
La situación de Haití ha sido precaria desde el asesinato del presidente Jovenel Moise en 2021, con un incremento alarmante de la inseguridad y la violencia. Este contexto ha obligado a varias organizaciones y entidades humanitarias internacionales a abandonar la capital y, en algunos casos, el país.
Este nuevo capítulo en la historia de Haití pone de manifiesto la profunda crisis que vive el país, no solo en términos de seguridad sino también en lo político y social. La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de estos eventos, esperando que se encuentren soluciones pacíficas y duraderas para devolver la estabilidad a una nación que ha sufrido demasiado tiempo.