La capital haitiana se sumerge en la violencia y la inestabilidad, con pandillas armadas asumiendo el control mientras el gobierno lucha por contener la crisis.
Santo Domingo. – Informaciones recientes provenientes de Puerto Príncipe revelan una situación alarmante: la ciudad está al borde de caer en manos de pandillas armadas, en medio de la ausencia del primer ministro Ariel Henry, quien busca ayuda internacional para enfrentar la crisis. El periodista Wendell Théodore de Radio Télé Métropole, en declaraciones para https://www.lenouvelliste.com describe la situación como una ciudad envuelta en llamas y sangre, con la policía superada, edificios públicos incendiados y una sensación de caos que parece no tener fin.
Las escenas de alumnos y estudiantes escondidos debajo de sus mesas ante el sonido de disparos resuenan en toda la nación, mostrando el impacto devastador de la violencia en la vida cotidiana de los haitianos. La ciudad enfrenta una ola de ataques indiscriminados, con edificios gubernamentales, medios de comunicación y establecimientos comerciales convertidos en blancos de la violencia.
Los informes indican que la embajada estadounidense y la oficina central de la OAVCT han sido incendiadas, mientras que la penitenciaría nacional fue asaltada por pandillas armadas, resultando en la fuga de varios prisioneros. A pesar de los llamamientos de auxilio en las redes sociales, la policía ha luchado por contener la violencia, y el pánico se ha extendido entre la población y la comunidad internacional.
Las embajadas, incluida la de Francia, han emitido alertas a sus ciudadanos, instándolos a permanecer en sus hogares y limitar los viajes debido al aumento de la inseguridad. Incluso los Estados Unidos han recomendado encarecidamente a sus ciudadanos que eviten viajar a Haití debido a la creciente crisis.
La capital haitiana enfrenta un levantamiento general de las pandillas, que han intensificado sus ataques en los últimos días, extendiendo el caos a barrios antes considerados seguros. Los videos compartidos en las redes sociales muestran la brutalidad de estos ataques, dejando en claro la urgente necesidad de una respuesta efectiva por parte del gobierno y la comunidad internacional.
Mientras tanto, el primer ministro Ariel Henry se encuentra en gestiones internacionales en busca de ayuda para restablecer el orden en Puerto Príncipe. Con la ciudad al borde del colapso, la comunidad internacional observa con preocupación y espera una acción rápida y decisiva para poner fin a la violencia y restaurar la estabilidad en Haití.