La supervivencia política de Haley está en juego, así como su estabilidad financiera.
Whasington.- Este martes, Estados Unidos se sumerge en el 'supermartes', un día crucial en el calendario de las primarias, donde quince estados y el territorio de Samoa Americana celebrarán sus votaciones simultáneamente para definir a sus candidatos presidenciales. En este contexto, la contienda republicana acapara la atención, con Nikki Haley enfrentándose a la difícil tarea de frenar el avance imparable de Donald Trump hacia la nominación.
Hasta el momento, Trump lidera con 244 delegados, mientras que Haley se encuentra rezagada con 43. Sin embargo, la exgobernadora de Carolina del Sur confía en revertir la situación ganando el favor de estados con electorados republicanos menos conservadores, como Massachusetts, Vermont y Virginia.
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"Seguiré peleando", declaró Haley en Vermont este domingo, dejando en claro su determinación. A pesar de las críticas de Trump, quien la ha desestimado como una "perdedora", Haley se niega a ceder terreno y rechaza la idea de respaldar a cualquiera de los principales candidatos, tanto a Trump como a Biden.
La supervivencia política de Haley está en juego, así como su estabilidad financiera, con el retiro de varios patrocinadores clave de su campaña a medida que Trump continuaba acumulando victorias en las primarias.
Mientras tanto, Trump se muestra confiado en alcanzar los 1,215 delegados necesarios para asegurar su nominación, tras victorias importantes en Michigan y Carolina del Sur. Su enfoque está en Joe Biden, su principal rival en las elecciones generales.
El 'supermartes' no solo decidirá el destino de los candidatos presidenciales, sino también de los aspirantes a gobernadores y miembros del Congreso, con implicaciones cruciales para el futuro político de Estados Unidos.
Las encuestas sugieren una ventaja ligera para Trump sobre Biden, aunque la alta abstención demócrata y la preocupación por la gestión de conflictos internacionales podrían afectar el resultado final.
A pesar de la victoria de Biden en Michigan, la alta población árabe-estadounidense expresó su descontento marcando la opción "no comprometido", señalando una posible fisura en el electorado demócrata.
El 'supermartes' promete ser un día decisivo en la carrera presidencial estadounidense, con implicaciones que van más allá de la nominación de los candidatos, dando forma al futuro político del país en los años venideros.