En una reunión en Kingston Alicia Bárcena Ibarra y Antony Blinken, prometen apoyo financiero y medidas contra el tráfico de armas.
KINGSTON, Jamaica — En una significativa reunión sobre la crisis de Haití, la Secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena Ibarra, y el Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, presentaron sus compromisos para abordar la profunda crisis que afecta al país caribeño, destacando la importancia de la colaboración internacional para restablecer la estabilidad y el orden.
Alicia Bárcena Ibarra hizo un llamado enfático a sancionar a los actores no estatales que perpetúan la violencia a través del financiamiento de pandillas y el tráfico de armas en Haití. Remarcó la importancia de abordar la raíz del problema, destacando el tráfico de armas como un punto crítico en la desestabilización de Haití. Ibarra recordó las acciones de México durante su periodo en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde promovió resoluciones significativas como la 2653, dirigidas a sancionar estas prácticas nocivas.
Por su parte, Antony Blinken anunció un notable aumento en la contribución de Estados Unidos para la causa, prometiendo un adicional de 100 millones de dólares destinados a la aún no desplegada fuerza de seguridad multinacional en Haití. Este gesto eleva el total de la contribución estadounidense a 300 millones de dólares, subrayando el compromiso de EE. UU. con la recuperación y estabilización de Haití. Además, se destinarán 33 millones de dólares en ayuda humanitaria para abordar las necesidades críticas de salud y seguridad alimentaria del pueblo haitiano.
Durante la reunión de alto nivel con jefes de gobierno de CARICOM y otros líderes regionales, se discutió la importancia de un enfoque conjunto para superar la crisis. Ibarra subrayó la necesidad de abordar el problema desde sus causas fundamentales, como la pobreza, la desigualdad y la desintegración social, y enfatizó la relación directa entre desarrollo y seguridad.
Ambos líderes coincidieron en la necesidad de un esfuerzo colaborativo para fortalecer la estabilidad regional, reconociendo que la situación en Haití tiene consecuencias significativas para la migración irregular y la trata de personas. Blinken resaltó el papel crucial de CARICOM y otras partes interesadas en apoyar al pueblo haitiano para que este pueda determinar su futuro de manera autónoma, asegurando que el apoyo internacional es fundamental para restaurar la seguridad y aliviar el sufrimiento de los haitianos.
La reunión en Kingston representa un paso adelante hacia la unificación de esfuerzos internacionales en respuesta a la crisis de Haití, evidenciando un compromiso renovado para abordar tanto las manifestaciones inmediatas de la crisis como sus causas subyacentes.