Desafíos en la formación del Consejo Presidencial de Transición acentúan las tensiones internas.
Santo Domingo.- Haití se encuentra inmerso en un limbo político tras la renuncia del primer ministro Ariel Henry. La división interna se intensifica en medio del intento por conformar un Consejo Presidencial compuesto por siete miembros. Sin embargo, la falta de consenso y la dificultad para encontrar representantes adecuados generan una situación incómoda, especialmente para los mediadores como el Caricom.
Organizaciones políticas y de la sociedad civil están llevando a cabo reuniones de negociación por separado en un esfuerzo por seleccionar a los siete miembros que integrarán el Consejo Presidencial de Transición. Sin embargo, el plazo establecido por el Caricom para completar el Consejo se está agotando, y algunos grupos aún no han anunciado el nombre de su representante.
Las opiniones sobre el enfoque para establecer el Consejo están divididas, reflejando las tensiones políticas actuales en Haití. Algunos, como el politólogo Joseph Harold Pierre, expresan preocupación por la falta de cultura política en el país para trabajar juntos en un objetivo común. Otros, como el coordinador general del Colectivo de Defensores Plus, Antonal Mortimé, subrayan la importancia de una solución consensuada que respete la constitución y la tradición política haitiana.
Sin embargo, para el coordinador general de Sant Karl Levêque, el sacerdote Gardy Maisonneuve, la formación del Consejo Presidencial nunca será la solución ideal y podría empeorar la situación. Expresa desconfianza en las acciones del Caricom y enfatiza la necesidad de considerar los intereses del pueblo haitiano en su totalidad.
Las organizaciones de la sociedad civil tienen un plazo limitado para presentar sus propuestas, lo que aumenta la presión en medio de una situación política ya delicada en Haití.
Los partidos políticos continúan las arduas discusiones para designar a sus representantes en el Consejo Presidencial de Transición, el cual asumirá el liderazgo tras la dimisión de Ariel Henry, encaminando al país hacia elecciones libres y democráticas. Las negociaciones, según reportes de prensa, son a veces laboriosas, reflejando la complejidad de la situación política en Haití. Gédéon Jean, director ejecutivo del CARDH, señaló que este consejo es un paso hacia una resolución parcial de la crisis, reflejando las grandes tendencias políticas sugeridas por el Caricom.
Se espera que los representantes de cada partido o movimiento sean designados dentro del tiempo asignado, lo que se prevé para esta misma tarde, según fuentes cercanas. Sin embargo, se destaca que será necesario implementar otras medidas para mejorar la situación general en el país. La incertidumbre persiste, como lo refleja Le National, que menciona la lucha de la oposición por encontrar representantes y la sensación de pérdida de la comunidad internacional en reuniones interminables.
En medio de este contexto político tenso, surge la pregunta sobre el papel que jugarán las pandillas. Aunque algunas expresaron su disposición a participar en una solución política, otras rechazaron el acuerdo alcanzado bajo los auspicios del Caricom. Gédéon Jean advierte sobre el peligro que representan estas pandillas y la necesidad de que la comunidad internacional y los actores locales tomen precauciones.
Ante la suspensión de la misión multinacional keniana, se plantea la necesidad de un plan B. Henri-Paul Normandin, ex embajador canadiense, sugiere una solución intermedia, recordando la intervención de fuerzas internacionales tras la caída del régimen de Aristide. El director del CARDH coincide en la urgencia de restablecer la seguridad en Puerto Príncipe y destaca la necesidad de ayuda urgente para el pueblo haitiano.