Los peligros inherentes del Tapón del Darién: La cruel realidad de los migrantes que cruzan la selva entre Colombia y Panamá
Domingo 17 de marzo de 2024.-El Tapón del Darién, una vasta extensión selvática de 17,000 kilómetros cuadrados que conecta Colombia y Panamá, ha emergido como una ruta de paso frecuentada por migrantes en los últimos años. Según datos recopilados por la ONU, la mayoría de estos migrantes son ciudadanos venezolanos que enfrentan maltratos, abusos y amenazas durante un trayecto que puede extenderse hasta diez días.
Desde 2021, casi 900,000 personas han atravesado esta selva, con más de medio millón de casos registrados solo en 2023, según estadísticas del servicio de Migración panameño. El mes de enero de 2024 registró más de 36,000 cruces. La edad promedio de los migrantes es de aproximadamente 33 años, pero uno de cada cinco son menores de edad y casi la mitad viajan con sus familias completas, destaca Europa Press en referencia a un inform de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Del total de migrantes, el 68 por ciento son originarios de Venezuela, aunque el 46 por ciento residía anteriormente en Colombia, según un estudio de la ACNUR
Del total de migrantes, el 68 por ciento son originarios de Venezuela, aunque el 46 por ciento residía anteriormente en Colombia, según un estudio de la ACNUR. La violencia y la inseguridad son las principales razones citadas para emigrar del país de origen, seguidas por la búsqueda de empleo. Sin embargo, el deseo de encontrar trabajo también destaca como motivo para abandonar el último lugar de residencia.
Para el 90 por ciento de los migrantes, Estados Unidos representa el destino final, mientras que solo el 1 por ciento tiene intención de quedarse en Panamá. Las oportunidades económicas son el principal motivador para la mitad de los entrevistados por la ACNUR, seguido por la reunificación familiar y el deseo de encontrarse con amigos.
Los peligros inherentes del Tapón del Darién
La travesía por el Tapón del Darién, una zona selvática de 17,000 kilómetros cuadrados que conecta Colombia y Panamá, está plagada de peligros y abusos para los migrantes. Según datos recabados, el 56 por ciento de los migrantes ha pagado a alguien para que les guíe por la selva, mientras que la mitad se informó de la travesía a través de testimonios de amigos y familiares.
Durante el trayecto, tres de cada cinco migrantes han sufrido maltratos o abusos, y casi seis de cada diez han sido víctimas de robos o fraude. El impacto de la inseguridad es evidente, con un 72 por ciento de los migrantes afectados por el nivel de violencia en la zona. Además, un 13 por ciento admitió tener miedo a perderse durante el viaje.
Una de las incógnitas más desgarradoras es la cantidad de vidas que ha cobrado esta inhóspita región. El testimonio de los migrantes revela que entre uno y siete cadáveres fueron avistados durante la semana previa a la recolección de datos, según la ficha técnica de la encuesta de la ACNUR.
Durante el trayecto, tres de cada cinco migrantes han sufrido maltratos o abusos, y casi seis de cada diez han sido víctimas de robos o fraude.
Las estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) sugieren que desde 2014 han muerto o desaparecido al menos 380 personas en el Tapón del Darién, aunque esta cifra es solo una aproximación. La directora de Migración de Panamá, Samira Gozaine, admitió en un foro reciente que "nunca se conocerá el número real" de víctimas que han perecido en esta peligrosa ruta migratoria.
Organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF) han denunciado el nivel extremo de brutalidad que enfrentan los migrantes en su viaje a través del Darién. En una semana de febrero, los equipos de MSF atendieron a 113 personas por agresiones sexuales, incluidos nueve menores. La impunidad con la que operan los atacantes agrava aún más la situación, y muchos migrantes son amenazados y agredidos por grupos armados que operan en la región.
El coordinador general de MSF en Panamá y Colombia, Luis Eguiluz, relata la horrorífica realidad: "Diversos migrantes nos han detallado cómo los que se negaban a colaborar eran asesinados a tiros por los grupos armados". Esta violencia despiadada y los riesgos mortales convierten el Tapón del Darién en un camino lleno de angustia y peligro para quienes buscan una vida mejor.