Ciudadanos exigen mejoras ante apagones y escasez de alimentos; Gobierno atribuye crisis a embargo de EE.UU.
LA HABANA – Recientes protestas sociales han emergido en varias ciudades de Cuba, impulsadas por apagones continuos y problemas en la distribución de alimentos, reflejando la creciente frustración de los ciudadanos ante las dificultades económicas y la precarización de las condiciones de vida. El Gobierno reconoce estas manifestaciones como un efecto directo de la situación actual, apuntando a la política estadounidense hacia la isla como la causa principal de la crisis.
Las manifestaciones, que se llevaron a cabo el domingo 17, incluyeron demandas por electricidad y alimentos en la ciudad de Bayamo, Santa Marta en el municipio de Cárdenas, El Cobre cerca de Santiago de Cuba, y otras localidades, marcando el descontento popular más notable desde las protestas del 11 de julio de 2021. En esa ocasión, la isla experimentó protestas simultáneas en cerca de 40 localidades, bajo un contexto de cortes de electricidad persistentes y desabastecimiento de alimentos y medicinas.
El Gobierno cubano, a través de figuras como el presidente Miguel Díaz-Canel y la primera secretaria del Partido Comunista de Cuba en Santiago de Cuba, Beatriz Johnson, ha reaccionado a estas protestas asegurando que están siendo aprovechadas por "enemigos de la Revolución" con intenciones desestabilizadoras, particularmente señalando a actores en Estados Unidos como incentivadores de acciones contra el orden interno del país. La respuesta del Gobierno estadounidense, instando al respeto por los derechos humanos de los manifestantes y a atender sus necesidades legítimas, ha exacerbado las tensiones diplomáticas, con Cuba exigiendo un cese a lo que considera conductas injerencistas.
Esta situación se agrava por las severas limitaciones económicas que enfrenta Cuba, incluyendo la caída de las principales fuentes de divisas, los impactos de la pandemia de COVID-19, errores en la implementación de reformas económicas, y una inflación creciente que ha mermado los ingresos de la población. El país, que depende en gran medida de la importación de crudo, ha visto reducidas sus compras debido a la escasez de divisas, afectaciones por los precios internacionales del petróleo, y las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Además, el escenario se complica con la investigación de corrupción a altos niveles del gobierno, incluyendo al ex viceprimer ministro y exministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil. Este acontecimiento ha desatado especulaciones sobre la proliferación de la corrupción y su impacto en la ya tensa situación económica del país.
Las recientes protestas en Cuba no solo destacan los desafíos económicos y sociales que enfrenta la isla, sino que también subrayan la complejidad de las relaciones Cuba-EE.UU. y el papel que juegan las políticas externas en la realidad interna cubana. Con una población que busca respuestas y mejoras ante una crisis que afecta su día a día, el camino hacia una solución pacífica y constructiva sigue siendo incierto, destacando la necesidad de diálogo, reformas internas, y una revisión de las políticas exteriores que impactan directamente a la nación caribeña.