Frente a especulaciones, el ex-presidente de la RFEF afirma su estancia en República Dominicana por razones profesionales y desmiente rumores.
En una reciente aclaración que ha capturado la atención del público y medios de comunicación, Luis Rubiales, el ex-presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha puesto fin a los rumores que circulaban acerca de su presunta solicitud de nacionalidad dominicana. Rubiales, cuya figura ha estado en el centro de la polémica desde su inhabilitación tras un incidente no consentido con la futbolista Jenni Hermoso, insiste en que su presencia en la República Dominicana se debe estrictamente a obligaciones laborales.
Contrario a las especulaciones que sugerían una posible estrategia para evadir responsabilidades legales en España, Rubiales ha sido enfático en desmentir tales afirmaciones. “Lo de la nacionalidad dominicana es falso. ¿Qué parte no se entiende de que estoy ganándome la vida aquí? Estoy trabajando aquí. Estoy más aquí que en España. Estoy intentando generar recursos porque tengo una familia”, declaró el directivo a Europa Press, enfatizando su compromiso con mantener su estabilidad económica y familiar.
Este desmentido llega en un momento crítico para Rubiales, justo cuando la Guardia Civil llevaba a cabo registros en su domicilio en Granada y en las instalaciones de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, Madrid. Estas acciones forman parte de una investigación sobre presuntas irregularidades relacionadas con la organización de la Supercopa de España y la reforma del estadio de La Cartuja.
A pesar de las adversidades, Rubiales muestra una voluntad de cooperar con la justicia española. De hecho, ha comunicado su intención de adelantar su regreso a España, inicialmente previsto para el 6 de abril, para ponerse a disposición de las autoridades tan pronto como sea requerido. “He pedido al juzgado adelantar mi vuelta para cuando me lo pidan”, expresó a través de un mensaje, destacando su disposición a colaborar con las investigaciones en curso.
El viaje de regreso, no obstante, no solo tiene un carácter legal, sino también personal. Rubiales tiene previsto reunirse con sus tres hijas y su exmujer en la República Dominicana para pasar las vacaciones de Semana Santa, antes de regresar a Madrid el 6 de abril. Esta planificación familiar demuestra el intento del ex-presidente de mantener un equilibrio entre sus responsabilidades personales y profesionales durante un periodo particularmente desafiante.
La defensa de Rubiales ha sido proactiva en manifestar su cooperación con la justicia, incluso facilitando el acceso a las propiedades de Rubiales para evitar daños innecesarios durante las investigaciones. La situación se complejiza con la detención de antiguos colaboradores cercanos a Rubiales, lo que añade más capas a la ya intrincada trama que rodea al ex-presidente de la RFEF.
En conclusión, Luis Rubiales se encuentra en una encrucijada profesional y personal, buscando desmentir rumores y enfrentar las investigaciones de manera proactiva. Su estancia en la República Dominicana, lejos de ser un intento de evasión, se presenta como una necesidad laboral en un contexto de incertidumbre y escrutinio público. La evolución de este caso seguirá siendo de gran interés para el ámbito deportivo y legal, mientras Rubiales intenta navegar por estas turbulentas aguas.