Denuncia que desde la ciudad de Wuhan ha operado durante al menos 14 años una "vasta operación ilegal de piratería informática"
Madrid.-En un movimiento significativo, Estados Unidos ha lanzado acusaciones contra siete ciudadanos chinos vinculados al Grupo de Hackers APT31, desatando una tormenta de preocupación sobre la seguridad de datos sensibles y la soberanía nacional.
Los acusados son Ni Gaobin, de 38 años; Weng Ming, de 37 años; Cheng Feng, de 34 años; Peng Yaowen, de 38 años; Sun Xiaohui, de 38; Xiong Wang, de 35, y Zhao Guangzong, de 38, todos ellos "supuestos residentes en la República Popular China", explica Estados Unidos.
El grupo, que ha operado desde la ciudad de Wuhan durante al menos 14 años, ha sido señalado por una "vasta operación ilegal de piratería informática" dirigida a disidentes, políticos y empresarios en suelo estadounidense, recogd Europa Press.
Las acusaciones presentadas por el fiscal del Distrito Este de Nueva York, Breon Peace, describen una red compleja de intrusión informática diseñada para obtener información delicada de figuras públicas, periodistas, y académicos, así como de empresas norteamericanas y disidentes políticos.
La imputación formal incluye cargos por conspiración para cometer intromisiones informáticas y fraude electrónico, detallando la supuesta implicación de los acusados en las operaciones del Grupo APT31.
Según el Departamento de Justicia de EE. UU., estos siete individuos formaban parte de un programa de espionaje informático bajo el Departamento de Seguridad Estatal de Hubei, vinculado al Ministerio de Seguridad del Estado chino.
Washington destapa un grupo de hackers chinos que investigaba a disidentes, políticos y empresarios en EEUU
Desde Wuhan, lanzaban campañas de piratería informática a nivel global, accediendo a redes privadas, correos electrónicos y almacenamiento web, entre otros.
La actividad, supuestamente respaldada por el gobierno chino, ha sido calificada como una amenaza directa a la seguridad nacional y la privacidad de individuos y entidades estadounidenses.
El fiscal general estadounidense, Merrick B. Garland, ha enfatizado la determinación del Departamento de Justicia para contrarrestar estas acciones, destacando que no se tolerará la intimidación a funcionarios públicos, la represión de disidentes o el robo a empresas norteamericanas.
Asimismo, el director del FBI, Christopher Wray, ha advertido sobre los persistentes intentos de China de socavar la seguridad informática de EE. UU. y atacar su innovación.
Estas acusaciones llegan en un momento de creciente tensión entre Estados Unidos y China en el ámbito digital, con otros países, como el Reino Unido, sumándose a las críticas y anunciando medidas contra la actividad cibernética china.