Recordó que al iniciar su gobierno había solicitado “la ayuda de Santana en el proceso de reforma penitenciaria, que en ese momento presentaba temas legales con diferentes cárceles” y en el caso de Las Parras.
Las comisiones son las vías más seguras para que una misión se pierda en el laberinto de las excusas. Balaguer perfeccionó el método obstruccionista para impedir esclarecimientosde hechos criminales que vinculaban a importantes personajes de sus gobiernos. Toda una escuela que malos alumnos de Juan Bosch y Peña Gómez asumieron.
Esos infaustos recuerdos provocaron que muchos recibieron con un grano de sal el anuncio del presidente Abinader, creando un “Comité de Seguimiento al Plan de Gestión La Victoria-Las Parras”, tras críticas al gobierno y al ministerio público por el incendio que provocó la muerte de 13 reclusos en la vieja y superpoblada penitenciaría que debió dar paso hace cuatro años al inconcluso nuevo centro correccional, que una profunda investigación convirtió en un expediente criminal que se ventila en los tribunales.
En esta ocasión, parecería diferente, y quiero pensar que tendrá un positivo final, por los responsables de la misión: Jorge Subero Isa, expresidente de la Suprema Corte de Justicia; Pablo Ulloa, Defensor del Pueblo y Rodolfo Valentín, director de la Oficina de la Defensa Pública. Estarán apoyados por decanos de las facultades de ingeniería de la UASD, la PUCAMAIMA, UNIBE e INTEC.
Además, un elemento fundamental, que ausente convertiría todo lo demás en hermoso poema, es que el mandatario se comprometió a buscar el dinero faltante, para la conclusión de la obra, que ha esperado tres años por una auditoría de la Cámara de Cuentas y que la asumiera un ministerio, entre otros elementosburocráticos. Precisamente esto generó críticas públicas del entonces asesor penitenciario del Poder Ejecutivo, Roberto Santana que motivó la renuncia del experto en mayo de 2022 y quien habría orientado la creación del comité y reasumiría sus funciones.
Recordó que al iniciar su gobierno había solicitado “la ayuda de Santana en el proceso de reforma penitenciaria, que en ese momento presentaba temas legales con diferentes cárceles” y en el caso de Las Parras y, en evidente respuesta a todas las críticas, el mandatario precisó que “apenas desde hace una semana, se pueden, finalmente, licitar áreas que no se podían y otras que están en construcción”.
La conclusión de Las Parras no soporta más excusas y promesas, ni otra tragedia en La Victoria, por lo que quiero renovar mi esperanza, pese a la conclusión de la columna anterior, a partir de la seriedad y experiencia de los comisionados.
Subero Isa presidió el Poder Judicial por 14 años, pleno conocimiento de los problemas penitenciario y toda la autoridad para ejercer la coordinación de los trabajos de transición.
El Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa desde el inicio de sus funciones han estado visitando cárceles e investigando la situación de los reclusos, presentó en febrero último un estudio que estableció que el 30 por ciento de los reclusos padece alguna enfermedad y denunció que “los centros siguen siendo lugares de origen de crímenes y delitos”.
Rodolfo Valentín, director de la Oficina de Defensa Pública en octubre último presentó las memorias de su gestión, destacando que “el 70 por ciento de los internos se encuentran en hacinamiento” y refirió tratos crueles e inhumanos.
La Procuradora, Miriam Germán, quien sequejó de las críticas por las muertes en La Victoria adelantó que no estaría en las licitaciones, pero advirtió sobre “funciones indelegables” del ministerio público.
Esperamos comprensión de las partes por salud y vida de los reclusos y por la mejoría del sistema penitenciario.