Los precios internacionales del aceite de palma aumentaron a raíz de la disminución estacional de la producción en los principales países productores.
Por Corresponsal de IPS
ROMA – Los precios mundiales de los alimentos subieron en marzo, después de siete meses de continuos descensos, debido al alza en las cotizaciones de los aceites vegetales y los productos lácteos y cárnicos, informó este viernes 5 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En promedio, los precios subieron 1,1 %, y el incremento lo encabezó el alza de ocho por ciento en los aceites vegetales, que alcanzaron su valor más alto en un año, debido al aumento en las cotizaciones de los aceites de palma, de soja, de girasol y de colza.
El índice de precios de los alimentos de la FAO, que hace un seguimiento mensual de los precios internacionales de un conjunto de productos comercializados a escala mundial, se situó en marzo en un promedio de 118,3 puntos.
Ese indicador pondera las cuotas de exportación promedio de cada grupo de productos alimenticios, tras atribuir un valor de 100 a las mediciones correspondientes al bienio 2014-2016.
Los precios internacionales del aceite de palma aumentaron a raíz de la disminución estacional de la producción en los principales países productores y la firme demanda interna en Asia sudoriental. La intensa demanda de los importadores también mantuvo al alza los precios de los aceites de girasol y colza.
Los del aceite de soja se recuperaron de los niveles más bajos en años, impulsados por la solidez de la demanda del sector de los biocombustibles, en particular en Brasil y en Estados Unidos.
El índice de precios de los productos lácteos aumentó por sexto mes consecutivo, con un alza de 2,9 % desde febrero, debido al incremento de los precios mundiales del queso y la mantequilla.
A pesar de la escasa demanda asiática, los precios internacionales de la mantequilla siguieron aumentando en marzo, principalmente debido a la sólida demanda estacional y una cierta reducción de las existencias en Europa.
Por el contrario, tras cinco meses de aumentos, los precios internacionales de la leche entera en polvo bajaron cuando la demanda mundial de importaciones disminuyó, aún a pesar del descenso estacional de la producción en Oceanía.
También aumentó el índice de precios de la carne, con un incremento de 1,7 % respecto del mes anterior, a raíz de la subida de los precios internacionales de las carnes de aves de corral, cerdo y bovino.
Esos aumentos obedecieron a la persistente demanda en los principales países importadores. En cambio, bajaron los precios de la carne de ovino, principalmente a causa del aumento repentino de la oferta por encima de los niveles estacionales, especialmente en Australia.
Entre los productos agrícolas, el índice FAO de precios de los cereales disminuyó 2,6 %, situándose 20 % por debajo del valor registrado en marzo de 2023.
La caída obedeció a un descenso de los precios mundiales del trigo para la exportación, principalmente debido a la fuerte competencia de las exportaciones entre Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea, acentuadas por la cancelación de compras de trigo por parte de China.
Los precios del maíz para la exportación evolucionaron ligeramente al alza en marzo, en parte debido a las dificultades logísticas de Ucrania, mientras que el índice de precios de la FAO para todos los tipos de arroz disminuyó 1,7 %, ante la débil demanda mundial de importaciones.
El índice de precios del azúcar también bajó, 5,4 % desde febrero, principalmente a causa de la revisión al alza del pronóstico relativo a la producción de azúcar en 2023-24 en la India, y la mejora del ritmo de la cosecha de azúcar en Tailandia.
Con respecto a los cereales, la FAO también elevó ligeramente su pronóstico sobre la producción total de cereales en el mundo para las cosechas 2023-24, ubicándola en 2841 millones de toneladas, a consecuencia de las expectativas de aumento de la producción de maíz, arroz y trigo.
En el caso del trigo, la producción mundial para 2024 se estima en 796 millones de toneladas, uno por ciento más que en 2023.
La utilización mundial de cereales pronosticada para 2023-24 se cifra en 2828 millones de toneladas, un incremento de 1,3 % con respecto al nivel de 2022-23.
Se prevé así que las reservas mundiales de cereales ascenderán a 894 millones de toneladas para el final de las campañas de 2024, esto es, 2,3 % más que a comienzos del año, lo que indica que la relación entre las reservas mundiales de cereales y su utilización se situaría en 31 %.
El comercio mundial de cereales se prevé que suba 1,7 % respecto del año anterior y alcance los 485 millones de toneladas en 2023-24.
Asimismo, se espera que el comercio internacional de cereales secundarios (maíz, sorgo, mijo, cebada, avena, centeno) se amplíe respecto de 2022-23, mientras que es probable que el comercio de trigo y arroz se contraigan.
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