New Jersey y Nueva York experimentan sismo de magnitud 4,8; autoridades actúan rápidamente para evaluar impactos
MIAMI, EEUU. – En un giro inesperado que ha marcado el ritmo de la mañana del viernes, un terremoto de magnitud 4,8, según mediciones del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), ha remecido las bases de la tranquilidad en la costa este de los Estados Unidos, afectando desde Maryland hasta Maine y dejando una huella particularmente notoria en New Jersey y Nueva York. El epicentro de este fenómeno natural se localizó cerca de Lebanon, New Jersey, instante en el cual, poco antes de las 10:30 am ET, la tierra bajo nuestros pies recordó su poderío innato.
James Pittinger, alcalde de Lebanon, en una entrevista con MSNBC, describió la experiencia como "la cosa más loca que jamás haya experimentado", asegurando que, a pesar de la sorpresa y el susto inicial, no se han reportado daños significativos hasta el momento. La imagen de un perro corriendo a esconderse y de objetos cayendo de los estantes ha quedado grabada en su memoria como testimonio de los segundos que parecieron eternos durante el movimiento.
Aun cuando un temblor de esta magnitud no clasifica dentro de las categorías de sismos mayores, es crucial reconocer que incluso eventos de menor escala pueden tener repercusiones significativas en áreas como la costa este, donde las precauciones ante terremotos no son tan estrictas como en otros puntos reconocidos por su actividad sísmica.
Desde Nueva York, la gobernadora Kathy Hochul ha manifestado que el terremoto fue percibido en todo el estado, prometiendo una evaluación exhaustiva de los impactos y cualquier posible daño, con la promesa de mantener informada a la población. Por su parte, Eric Adams, alcalde de la ciudad de Nueva York, en una rueda de prensa, ha tranquilizado a los ciudadanos indicando que no se han reportado heridos de gravedad ni daños a la infraestructura vital, invitando a todos a continuar con sus actividades normales.
Este evento ha llevado a tomar medidas precautorias como la suspensión temporal de vuelos en los aeropuertos internacionales Newark Liberty y John F. Kennedy, así como la interrupción del servicio de tránsito rápido operado por la Port Authority Transit Corp. entre Pensilvania y New Jersey, evidenciando una respuesta inmediata de las autoridades ante la incertidumbre inicial.
A medida que la ciudad y sus alrededores vuelven a la normalidad, queda una vez más en evidencia la importancia de la preparación y respuesta rápida ante eventos naturales imprevistos, reafirmando el compromiso de las autoridades locales y regionales para garantizar la seguridad de todos los habitantes.